El cadáver de Kim Il-sung permanece embalsamado en el Palacio del Sol de Kumsusan, en Pyongyang.
Alrededor de 34.000 estatuas lo homenajean en todo el país.
Corea del Norte comenzó a fabricar insignias que incluyen, por primera vez, el rostro del actual dictador junto al de su abuelo y su padre, quien murió en 2011.
El dictador norcoreano, Kim Jong-un, rindió homenaje este miércoles en Pyongyang a Kim Il-sung, su abuelo y fundador del país, con motivo del vigésimo primer aniversario de su muerte.
El tercero de la dinastía "Kim" acudió a medianoche al Palacio del Sol de Kumsusan, en Pyongyang, para reverenciar al cadáver embalsamado de Kim Il-sung, conocido como "presidente eterno".
Acompañado de los más altos oficiales del Partido de los Trabajadores y el Ejército -brazos político y militar del régimen- Kim Jong-un depositó coronas de flores para su fallecido abuelo, según describió la Agencia Central de Noticias Norcoreana (KCNA, estatal).
Kim Jong-un ha rendido homenajes similares cada 8 de julio desde que, en 2011, asumiera el poder tras fallecer su padre, el también "querido líder" Kim Jong-il.
De momento se desconoce qué otros actos tendrán lugar para conmemorar esta fecha en Corea del Norte, país caracterizado por su extrema opacidad informativa.
El año pasado tuvo lugar una intensa campaña de propaganda mediática para ensalzar al fallecido dictador con motivo del vigésimo aniversario de su muerte.
Homenajes permanentes
Así, se espera que la televisión y otros medios estatales dediquen generosos espacios a ensalzar la figura de Kim Il-sung, que fundó Corea del Norte en 1948 y la dirigió con mano de hierro bajo una doctrina marcadamente estalinista hasta su muerte, en 1994.
Corea del Norte dedica al "gran líder" -tal y como se le conocía en vida- más de 34.000 estatuas en todo el país, a cuyos pies los ciudadanos depositan habitualmente flores, mientras su cuerpo se expone embalsamado en el Palacio del Sol de Kumsusan junto al de su hijo Kim Jong-il.
Kim Il-sung es de largo el líder más respetado y venerado por el pueblo, muy por encima de su hijo y su nieto, según los testimonios de refugiados norcoreanos.
El "presidente eterno" inspiró la ideología "juche", el socialismo ortodoxo basado en la autosuficiencia que prolongó el auge económico en los años 70, pero arruinó al país en los 90 con una hambruna que mató a una décima parte de la población e inició una grave crisis humanitaria que dura hasta nuestros días.
Insignias de tres caras
Las noticias de este homenaje coinciden con la información surgida en Seúl respecto a que Corea del Norte comenzó a fabricar insignias que incluyen, por primera vez, el rostro del actual líder junto al de su abuelo y su padre; esto como una manera de celebrar del 70° aniversario del partido único.
Hasta ahora los populares emblemas que lucen los norcoreanos en las pecheras habían incluido sólo los rostros, juntos o por separado, de Kim Il-sung y de Kim Jong-il, el padre de Kim Jong-un, fallecido en 2011.
Se sabe que en 2012, poco después de su ascenso al poder, Kim Jong-un ordenó fabricar algunas insignias -para repartir entre las élites norcoreanas- en las que sólo aparecía su rostro.
Según reveló una fuente anónima al diario surcoreano Choson Ilbo, el nuevo "pin" con tres rostros está siendo fabricado en el distrito de Pyongchon, en Pyongyang, para que la luzcan los representantes del Partido de los Trabajadores en los actos del próximo 10 de octubre, cuando se celebre el 70° aniversario de su fundación.
Las insignias que lucen los miembros del partido son diferentes a las que puede lucir un ciudadano común, e incluyen, de fondo, la bandera roja de la colectividad. Son consideradas un importante símbolo de estatus en el hermético país asiático.
Según expertos surcoreanos consultados por Choson Ilbo, la producción de estos nuevos emblemas supone un nuevo paso en miras a legitimar al joven Kim -cuya edad se desconoce, pero se sospecha que ronda los 32 años- al frente de un régimen caracterizado por un culto exacerbado hacia sus líderes.
Muchos ojos están puestos en las celebraciones del aniversario del partido, una fecha en la que el régimen de Pyongyang podría aprovechar para anunciar avances en su programa de misiles balísticos y armas nucleares.
