El funcionario renunció a raíz de la crisis originada con las comunidades indígenas.
El mandatario peruano acusó la búsqueda de una "venganza política" contra Simon, quien será interpelado por el Congreso.
El presidente de Perú, Alan García, le renovó este sábado la confianza al primer ministro, Yehude Simon, que renunció esta semana con el gabinete, a raíz de la crisis con las comunidades indígenas de la Amazonía.
En declaraciones a la prensa en un viaje de trabajo, García afirmó que Simon es "un hombre honesto, capaz de decir la verdad y con gran capacidad de diálogo, escucha y convencimiento".
El mandatario dijo que en los últimos días ha escuchado las sugerencias "de algunos amigos y adversarios" para que saque a Simon del gabinete, antes de que éste sea interpelado el próximo miércoles y con la posibilidad de ser censurado por el Parlamento.
"Si el Congreso decide censurarlo, que el Perú sea testigo de que más allá de la reconciliación se toman pequeñas venganzas políticas", dijo García.
Al menos tres fuerzas políticas en el Legislativo, las opositoras Alianza por el Futuro, el Partido Nacionalista y Unidad Nacional, han reclamado la renuncia de Simon y la ministra del Interior, Mercedes Cabanillas, por los violentos sucesos ocurridos en la ciudad de Bagua que dejaron 34 muertos el pasado 5.
Las protestas de las comunidades indígenas de la selva estallaron el 9 de abril pasado y se extendieron por más de dos meses para reclamar la derogatoria de un paquete de leyes que consideran perjudiciales, lo cual el Gobierno aceptó esta semana.
García agregó que Simon -quien está en Santiago en representación de su Gobierno- es "un hombre que cree en los buenos propósitos, no cree que ante cualquier circunstancia hay que quemar a las personas", tras destacar que su primer ministro "jamás se ha aferrado al cargo".
El jefe de Estado pidió dejar al Congreso que cumpla su papel, y confió en que Simon podrá convencer al Legislativo de que el Gobierno busca proteger la Amazonía de la tala ilegal y de la destrucción que puede acarrear la minería ilegal y el narcotráfico.
"Ratifico que ni un milímetro de la tierra de los 12 millones de hectáreas asignados a los nativos puede ser tocado o vulnerado y ratifico que lo que queremos es cuidar nuestra Amazonía", sentenció el gobernante.
