Policía británica continúa investigación y cree conocer al cerebro de la matanza

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Autor: Cooperativa.cl

Fuentes de la pesquisa revelaron que el supuesto líder de la banda que cometió los atentados en Londres es un británico de origen paquistaní que llegó al país hace cerca de un mes.

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La policía británica sigue recogiendo pruebas en una casa de Aylesbury, al noreste de Londres, en busca de posibles cómplices de los terroristas que cometieron una matanza hace una semana en la capital británica, mientras los investigadores creen haber identificado al cerebro de la operación.

 

Se trata, según fuentes de la investigación, de un ciudadano británico de origen paquistaní y de unos 30 y tantos años, que llegó por vía marítima a Reino Unido el mes pasado y dejó supuestamente este país un día antes que cuatro terroristas perpetrasen otros tantos atentados suicidas contra la red de transportes de Londres.

 

La policía cree que estuvo involucrado en anteriores operaciones terroristas y tiene vínculos con los seguidores de la red de Al Qaeda en Estados Unidos.

 

Según esas fuentes, el presunto cerebro de los atentados, que causaron al menos 52 víctimas mortales y 700 heridos, algunos graves, visitó a los terroristas en Leeds, norte de Inglaterra.

 

Ese individuo pudo haber dado instrucciones a los encargados de ejecutar la matanza sobre cómo accionar al mismo tiempo los cuatro explosivos que llevaban en sus mochilas.

 

Por otro lado, la policía encontró explosivos en el baño de una casa de Leeds (norte de Inglaterra), y se teme que el supuesto cerebro de la operación haya podido reclutar a un segundo equipo para llevar a cabo nuevos atentados.

 

Aparte de los cuatro terroristas suicidas que murieron en los atentados, todos ellos de edades comprendidas entre 18 y 30 y pocos años, y del organizador de la matanza, hay al menos un sexto individuo que podría estar también implicado.

 

Este, cuyo nombre es Magdi El-Nashar, es un químico egipcio de treinta y tres años, que podría haber puesto a disposición de la banda el departamento que tiene en el barrio de Burley, en Leeds.

 

El-Nashar, que dio clases en la Universidad de Leeds, desapareció de su domicilio algunos días antes de los atentados tras explicarles a sus vecinos que tenía problemas con el visado, sin que se conozca su paradero actual ni su papel en las acciones terroristas.

 

Mientras tanto, la brigada antiterrorista y los servicios de seguridad tratan de determinar de dónde pudieron salir los explosivos utilizados, supuestamente de origen militar.

 

El descubrimiento del pequeño arsenal de explosivos en la casa de Leeds ha reforzado las sospechas de que los terroristas que actuaron en Londres formaban parte de una red más amplia, capaz de obtener ese material.

 

El ministro británico del Interior, Charles Clarke, desmintió las informaciones según las cuales los explosivos procedían de algún país de los Balcanes, y expertos en el tema señalan que, aunque en esa región hay un importante mercado negro de ese tipo de material, no pueden descartarse otro origen como Irak o Chechenia.

 

Los explosivos pueden haber llegado a territorio británico por mar dentro de un contenedor o en el armazón de algún vehículo, lo que hace siempre más difícil su detección.

 

No se descartó de momento, sin embargo, que los terroristas utilizaran explosivos ordinarios como los que se emplean para dinamitar edificios o en las canteras.

 

La policía trata de averiguar si los terroristas, con familias de origen paquistaní o indio y que llevaban vidas normales y no habían llamado la atención de sus vecinos ni de la policía, fueron simples ejecutores de órdenes llegadas de fuera.

 

La prensa ha publicado estos días perfiles de los terroristas ya identificados, y así uno de ellos era un maestro de primaria especialmente preocupado por los niños con problemas, otro, un adolescente algo rebelde, y un tercero un graduado en deporte sin inquietudes políticas.

 

Los tres- el joven de 18 años que detonó la bomba del autobús, el deportista aficionado al cricket, de 22 años, y el maestro de escuela, de 31 y padre de una niña- han visitado Paquistán últimamente, donde pudieron haber entrado en contacto con elementos

integristas.

 

Del cuarto terrorista suicida se sabe que vivía en el mismo barrio de Leeds que el deportista, tiene unos 30 años, dos hermanos de los que no se sabe si están implicados en los atentados, y una esposa, convertida al Islam, que está ayudando a la policía en sus investigaciones. (EFE)

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