Pasajera encaró al mandatario uruguayo por asistir a la asunción de Chávez.
El encuentro se registró en la clase económica de un vuelo entre Lima y Caracas.
Marta de la Vega abordó el pasado 9 de enero el vuelo Lima-Caracas de la aerolínea Taca y se encontró sentado en clase económica al presidente uruguayo, José Mujica, quien viajaba a la asunción virtual de Hugo Chávez en Venezuela y a quien encaró por participar de un acto "irregular, ilegal e inconstitucional".
"Buenos días, presidente Mujica. Es un honor saludarlo. Pero lamento mucho que vaya a Venezuela para avalar mañana un acto que es irregular, ilegal e inconstitucional" le increpó De la Vega, quien viajaba sentada frente al mandatario uruguayo.
La autora del artículo, publicado por el semanario venezolano Tal Cual, cuenta que Mujica le respondió amablemente "señora, yo entiendo lo que siente. Voy a un acto diplomático. Pero es un asunto que tienen que resolver los venezolanos".
De la Vega le contestó "sí, presidente. Pero los gobiernos demócratas no pueden respaldar esta flagrante ruptura del hilo constitucional con toma de posesión virtual. Chávez no es demócrata aunque tenga el disfraz".
"No se preocupe que verá que todo se va a arreglar", dijo Mujica dándole su mano con gesto amigable explica De la Vega, quien se identificó y le deseó una feliz estadía en Caracas.
Intimidad del vuelo
En su columna titulada "Mi viaje con Mujica", la pasajera cuenta que durante el vuelo no le hablo más al presidente uruguayo y que éste leía y, de vez en cuando, "se levantaba de su asiento para estirar las piernas y mover los brazos en el sitio".
Agrega que varios pasajeros venezolanos la felicitaron por su osadía, de la cual ella misma se reconoce sorprendida. Añade que tras el aterrizaje, antes que se abrieran las puertas del avión, volvió a hablarle al mandatario para despedirse.
"Presidente Mujica, lo respeto mucho y lo admiro. Pero no se deje engañar. Chávez no es un demócrata, esto es una autocracia", le dijo. De La Vega escribe que el mandatario charrúa le sonrió y se despidió con gesto de deferencia, mientras le decía "mucho gusto señora de haberla conocido".
