El pontífice participa en la tercera jornada de su visita a España.
Aseguró que una sociedad que no acepta a los que sufren es "cruel e inhumana".
El Papa Benedicto XVI aseguró este sábado en la Jornada Mundial de la Juventud en España, que los enfermos, discapacitados, niños y jóvenes conocen "el rostro del dolor" y reflexionó que todos ellos son la imagen de Dios, sus preferidos.
El papa insistió en que la sociedad les necesita porque contribuyen decididamente "a edificar la civilización del amor" y a pesar de que en esa misma sociedad "demasiado a menudo se ponga en duda la dignidad inestimable de la vida, de cada vida".
El acto se celebró al aire libre, bajo un calor sofocante, en una fundación humanitaria que atiende a discapacitados físicos y psíquicos, que visitó el papa en la tercera jornada en Madrid, antes de dirigirse después al aeródromo de Cuatro Vientos para la vigilia multitudinaria.
Para el Santo Padre, "una sociedad que no logra aceptar a los que sufren y no es capaz de contribuir mediante la compasión a que el sufrimiento sea compartido y sobrellevado también interiormente, es una sociedad cruel e inhumana".
Posteriormente, Benedicto XVI se fue del Instituto San José con un cuadro que le pintó una joven con discapacidad intelectual, y con un ramo de flores que le entregó otro joven con discapacidad física.
