Benedicto XVI se reunió con el rey Juan Carlos y el presidente José Luis Rodríguez Zapatero.
También se dirigió a más de mil profesores en el Monasterio de El Escorial.
El papa Benedicto XVI expresó este viernes su preocupación por la necesidad que tienen los jóvenes de hallar salidas a su insatisfacción y denunció "una especie de eclipse de Dios" o rechazo al cristianismo y negación de la fe que experimenta la sociedad actual.
Estas preocupaciones y denuncias centraron los encuentros que el Obispo de Roma mantuvo este viernes con el rey Juan Carlos de España y con casi tres mil monjas y profesores universitarios durante la segunda jornada de la visita que realiza a Madrid para presidir -hasta el domingo- la XXVI Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
Además, en una entrevista que mantuvieron en las horas de la tarde en la Nunciatura Apostólica, el Papa y el presidente del gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, conversaron sobre las relaciones bilaterales entre España y la Santa Sede y la situación económica internacional.
Benedicto XVI, que según el portavoz vaticano, Federico Lombardi, está "muy contento" por la "acogida espléndida, en un clima de alegría, favorable, muy positivo" que ha tenido en Madrid, acudió a primera hora del día al palacio de La Zarzuela donde mantuvo un encuentro privado con el rey y con la Familia Real.
Anulación de la referencia superior
El pontífice se reunió con más de mil profesores universitarios en el Monasterio de El Escorial, la mañana de este viernes, a quienes instó a enseñar a los jóvenes con la verdad.
En su referencia a la educación, también habló sobre el peligro que existe de tener una educación utilitaria en esta sociedad.
"Sabemos que cuando la sola utilidad y el pragmatismo inmediato se rigen como el criterio principal, las pérdidas pueden ser dramáticas. Desde los abusos de una ciencia sin límites hasta el totalitarismo político que se aviva fácilmente cuando se elimina toda referencia superior al mero cálculo del poder", apuntó Benedicto XVI.
Mientras, los asistentes esperan el inicio del Vía Crucis que recorrerá las calles de la capital española y que partirá desde la plaza de Cibeles, para cerrar la jornada de este viernes.
