El punto de partida será la llegada de la cruz de la JMJ en septiembre.
Se espera recibir a cuatro millones de peregrinos de todo el mundo.
Río de Janeiro se prepara desde este lunes para relevar en 2013 a Madrid como sede de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) con el deseo de repetir el éxito de convocatoria cosechado en otras visitas papales y con un descenso de la población carioca que se declara católica.
Según las autoridades eclesiásticas, el punto de partida será la llegada de la cruz de la JMJ el próximo 18 de septiembre a Sao Paulo, donde comenzará una peregrinación por todo el país que culminará en 2013 en Río de Janeiro.
Pese al entusiasmo con la JMJ, las cifras de los que se consideran católicos están en declive en Río de Janeiro donde, según un estudio que prepara la Fundación Getulio Vargas, citado por el diario O Globo, el número de fieles entre los habitantes de la ciudad se sitúa en el 49,83 por ciento, menos de la mitad de la población.
El papa Benedicto XVI, quien estuvo en Brasil en mayo de 2007 con motivo de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano (CELAM), celebrada en el santuario de Aparecida (Sao Paulo), espera viajar por segunda vez al país 2013 para presidir la próxima XXVII edición de la JMJ.
Cuatro millonesRío de Janeiro espera recibir en dos años a cuatro millones de peregrinos de todo el mundo en un evento que se celebrará por segunda vez en América del Sur tras la organizada en Buenos Aires en 1987.
La JMJ de 2013 se adelantará un año con el fin de que no coincida con la celebración del Mundial de Fútbol de 2014, que se organizará en Brasil y en el que Río será una de las subsedes.
La iglesia brasileña manifestó su deseo de involucrar en el evento a toda América Latina y aseguró que comenzará a trabajar de inmediato para recibir la cruz de la JMJ.
Las autoridades estudian la posibilidad de que el escenario principal de la JMJ se levante en el Aterro de Flamengo, un enorme parque de 1.200.000 metros cuadrados en el que Juan Pablo II congregó en 1997 a un millón y medio de fieles en una misa enmarcada en el II Encuentro Mundial del Papa con las Familias.
