Joaquín Alliende conoció al Papa cuando era cardenal de Munich.
Aseguró a Cooperativa que "de ingenuo o tonto no tenía nada".
El sacerdote de Schoenstatt, Joaquín Alliende, conversó en Una Nueva Mañana sobre Benedicto XVI y su renuncia al Papado, a quien conoció hace 35 años, cuando Joseph Ratzinger era cardenal de Munich.
Allende se refirió al anuncio este lunes, asegurando que "él dice todo a partir de la verdad. Este es un acto de verdad y de lucidez, y de verdad sobre sí mismo. El tiene mucha lucidez sobre sí mismo, por eso es muy libre. Es un acto de valentía en el amor y la verdad".
Recordando la personalidad y forma de ser de Benedicto XVI, Alliende comentó que "era de una cordialidad nunca invasora, pero exquisita, inmensamente delicada y eso, yo diría que los años posteriores fue cada vez más esa calidez con una nota que era evidente la alegría".
"No se puede decir con menos palabras lo que es este hombre: Es un hombre lleno de amor y de alegría", declaró el sacedote.
Incluso, comentó que de los momentos que han podido compartir, "yo lo he visto reaccionar frente a cosas muy duras, muy fuertes, incluso agresivas con él, con una voz de bondad, con claridad, porque de ingenuo o tonto no tenía nada, de pajarón nada".
Respecto a las acusaciones sobre casos de pedofilia al interior de la Iglesia, dijo que "dentro llevaba un inmenso dolor. El tema lo tenía dentro porque era el gran dolor de su Pontificado y su corazón de pastor".
