El candidato presidencial opositor Enrique Márquez advirtió este martes de "serias amenazas" hacia las elecciones del 28 de julio, en las que está previsto que se enfrenten 10 aspirantes, contando al actual jefe de Estado, Nicolás Maduro.
"Tenemos un proceso electoral continuamente amenazado, el pueblo lo percibe como inestable y debo decir, con conocimiento de causa, que hay serias amenazas sobre el proceso electoral", dijo el exdirector del Consejo Nacional Electoral (CNE) en una rueda de prensa.
A su juicio, las "amenazas", entre las que señaló la "eliminación de candidaturas", la "suspensión" de los comicios, inhabilitación de políticos y la "eliminación de partidos", surgen por "miedo a la derrota" por parte del chavismo, en el poder desde 1999.
El opositor aseguró que el gobierno del presidente Maduro, quien busca su segunda reelección, tiene "mucha presión externa" e "interna, y la tiene porque está derrotado".
"Hay una derrota en ciernes para el gobierno que no los debería atemorizar porque, en democracia, lo común es ganar y perder (...), y en este caso, las presiones que tiene el gobierno pueden traducirse en más amenazas sobre este proceso", expresó Márquez.
A la vez, insistió en que el país "no puede perder la oportunidad" que representa el 28 de julio para ser reconstruido.
El pasado abril, Márquez dijo está dispuesto a firmar "un decreto de amnistía política y electoral", en caso de ganar las elecciones, para las que no recibió apoyo de la mayor coalición opositora, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), que respaldó, por decisión unánime, al candidato Edmundo González Urrutia.
UN ACUERDO CON GARANTÍAS PARA "TODOS"
En esa línea, el candidato propuso a los otros nueve aspirantes -entre ellos Maduro- establecer un acuerdo que incluya garantías para "todos" en paralelo a las elecciones, que consista en una "agenda para un gobierno de unidad nacional por la paz y la transformación de Venezuela", que incluya aspectos políticos, además de económicos y sociales.
Entre los puntos a abordar, señaló el establecimiento de "bases institucionales para la implementación de la justicia transicional, que otorgue la restitución de los derechos a los que se les hayan conculcado y el otorgamiento de garantías" para "ganadores y perdedores" de los comicios, en los que el opositor está seguro de que Maduro "está derrotado".
"El pueblo ya no lo quiere porque sabe que, de él continuar en la Presidencia de la República, nuestras calamidades van a continuar o se van a profundizar (...) Yo creo que ese trago amargo tiene que pasarlo ya, cuanto antes, que pierda el 28 de julio y pasemos la página y avancemos a un país distinto. Le damos garantía al presidente y al resto del gobierno que serán respetados, en función de la Constitución y de las leyes", expresó.
Márquez también propuso que el acuerdo contemple la liberación de "todos los presos políticos civiles y militares", la conformación de una comisión que se encargue de implementar lo suscrito y reformas institucionales para, entre otros asuntos, eliminar la reelección indefinida, las inhabilitaciones "por la vía administrativa" y la "judicialización" de partidos políticos.
Según lo planteado por el candidato, este acuerdo, de llegar a ser suscrito, será presentado ante la Asamblea Nacional (Parlamento) -de amplia mayoría oficialista- para que convoque a un referendo el 28 de julio, simultáneo a la elección presidencial, a fin de que el pueblo apruebe o no el documento elaborado por quienes aspiran a la Presidencia.
"El 28 de julio, por lo tanto, elegiríamos a un presidente y aprobaríamos una agenda de acuerdo nacional para desarrollarse a partir del 29 de julio (...) de estricto cumplimiento para el que gane", afirmó Márquez, quien insistió en que su propuesta tiene el objetivo de "blindar el proceso" electoral y "generar confianza" en la población.