Los diputados Giorgio Jackson y Gabriel Boric acudieron a la sucursal del Banco Santander de calle Bandera, en el centro de Santiago, para dar a conocer la situación de Fernando Díaz, un joven estudiante endeudado por el crédito universitario.
El joven de 27 años, egresado de derecho, en el año 2006 pidió un crédito de dos millones de pesos por cada año de la carrera para financiar sus estudios, pero cuando egresó se dio cuenta que ya tenía una deuda de 15 millones de pesos que el banco le exigía pagar.
Tampoco pudo repactar el crédito ya que la mensualidad de las cuotas ascendían a los 300 mil pesos, cifra que como recién egresado, sin trabajo estable, tampoco podría financiar.
Un problema que para el diputado Jackson solo refleja que aún no hay soluciones reales para los endeudados con la educación.
"Es un problema estructural de cómo se ha venido financiando la educación hace ya muchos años, financiar a través de la deuda, pensando que la educación es un bien de consumo para el cual la gente tiene que endeudarse", dijo el parlamentario de Revolución Democrática.
"Eso es algo por lo que nos hemos levantado ya hace varios años desde los estudiantes y toda la sociedad y por lo mismo esperamos que las soluciones que se puedan encontrar no sean particulares, no sean solo para este caso extremo, sino que sean soluciones generales", añadió el ex dirigente estudiantil.
El caso particular de Fernando Díaz es que sus avales fueron su primo y su padre, a quienes ahora se les embargarán sus respectivas viviendas.
El año pasado 13 bancos suscribieron un acuerdo por el cual se detendrían los embargos por créditos para la educación y también los pagos en caso de cesantía, no obstante Banco Santander y Banco de Chile no se sumaron al acuerdo y el Gobierno tampoco puede obligarlos a acatar.
"Dos de los bancos más importantes que han hecho este tipo de préstamos han hecho oídos sordos a una demanda que los mismos estudiantes organizados han levantado", añadió el diputado Jackson.
