El titular de Educación afirmó en Cooperativa que "nuestro deseo es que no cierre ningún colegio".
Ante críticas al fin de la selección, comentó que "hay una raíz emocional, el miedo a lo diverso".
Aseguró que los chilenos quieren "una educación inclusiva, que no segregue a nadie".
El ministro de Educación Nicolás Eyzaguirre explicó en conversación con Cooperativa los distintos cambios que busca implementar la reforma educacional y aseguró que los colegios segregados pueden ser fuente de frustración y resentimiento.
Indicó que, ante las críticas al fin de la selección y el rechazo de algunos padres y apoderados a la integración, "se está enviando un mensaje de que no se es igual a los demás, que es inferior. Eso en una sociedad de derechos humanos no puede ser. Los niños nacen iguales y todos tienen que tener las mismas oportunidades. Esto todo tiene que ver con la calidad".
El secretario de Estado participó en Una Nueva Mañana, donde afirmó que "el colegio es la institución donde la sociedad acoge a los niños para maximizar sus posibilidades de desarrollo. Es un problema común y no vamos a solucionarlo en base a segregarlo, lo vamos a empeorar".
Esto porque "los colegios segregados son una fábrica de frustración, de resentimiento y, eventualmente de delincuencia. Se perpetúa el resentimiento, la frustración social y se desperdicia una cantidad enorme de talento que están en esas familiar que hoy son segregadas donde los niños pueden ser futuros premios nobeles y no tienen ninguna oportunidad que la sociedad los acoja".
"Hay una raíz emocional, el miedo a lo diverso", sostuvo.
"Nuestro deseo es que no cierre ningún colegio"
Aseveró que en la discusión de los proyectos que componen la reforma "todavía queda paño por cortar, nuestro deseo es que no cierre ningún colegio y para eso estamos tratando de llegar a los sostenedores y explicarles que el proyecto respeta plenamente sus inversiones, que van a poder continuar trabajando, que van a poder continuar siendo adecuadamente remunerados por su gestión".
"Nadie les está pidiendo que trabajen gratis, estamos pidiendo otra cosa muy distinta es que simplemente no hayan inversionistas pasivos, que retiren utilidades cuando no están en la gestión escolar y, por tanto, conversando los temores se van a ir disipando", manifestó.
Agregó que "el objetivo nuestro es que no cierre ningún colegio, entonces no voy a estar haciendo conjeturas respecto de cuántos van a cerrar porque lo que estoy tratando es de ponerme en sus zapatos, de entender cuáles son sus temores, cuáles son sus legítimas aprensiones para ir dándole solución a esto".
"Creemos en la previsión mixta, queremos que ambos sistemas convivan en paz con una regla muy simple: Esa educación la financian todos los chilenos. ¿Qué es lo que todos los chilenos queremos pedirles? Es que sea una educación inclusiva, que no segregue a nadie", declaró en Cooperativa.
Educación pública y privada
Además, el secretario de Estado comentó que "los problemas de manejo y de calidad de la educación pública son muy grandes, justamente porque el municipio no es la entidad donde se debe dar la educación pública".
"Ahí tenemos problemas muy fuertes de gestión y eso lo tenemos que cambiar", dijo.
Mientras que respecto a los particulares pagados, especificó que "en los particulares privados o pagados hay legislación en esta ley de inclusión para evitar ciertas prácticas contra los derechos del niño, entre otros, pero no podemos tener la hipocresía para decir que vamos a afectar fuertemente la inclusión en los particulares pagados cuando las colegiaturas tienen un costo que la inmensa cantidad de la población no puede absorver".
"No les vamos a prohibir que cobren", concluyó.
