Son 10 universidades, tres CFT, siete IP y dos instituciones relacionadas a las Fuerzas Armadas.
Docencia de pregrado y gestión institucional son obligatorias para las universidades.
La acreditación en la Universidad de Santiago se vence en octubre.
La Comisión Nacional de Acreditación (CNA) tendrá arduo trabajo para este 2014, ya que son 22 las instituciones que deberán reacreditarse. Se trata de 10 universidades, tres centros de formación técnica, siete institutos profesionales y dos instituciones relacionadas con las Fuerzas Armadas.
Docencia de pregrado, gestión institucional, vinculación con el medio, investigación y docencia de posgrado son las áreas donde las universidades deben certificarse.
Sólo las dos primeras son obligatorias para los planteles de Santiago, Alberto Hurtado, Arturo Prat, Academia de Humanismo Cristiano, Central, Arcis, Talca, Biobío, Pacífico y Santo Tomás.
El proceso completo desde que presentan su primer informe de autoevaluación y la carta para obtener su acreditación contempla siete meses, mientras que en la mayoría de las universidades sus acreditaciones vencen en diciembre de este año.
En la Universidad de Santiago el plazo vence en octubre, por lo que ya comenzaron con el proceso de recopilación de antecedentes. Su rector, Juan Manuel Zolezzi, indicó que deben presentarlos antes de fines de marzo.
"Estamos trabajando ya, tenemos que entregar el 28 (de marzo) el informe. Entregamos la ficha preliminar y el 28 de marzo tenemos que entregar el informe, que está casi listo", adelantó.
En agosto este plantel debe renovar a sus autoridades, por eso apuran el trabajo, caso que se repite en las universidades de Talca y del Biobío.
"Mejora continua"
Hasta el 16 de diciembre se extiende el proceso de certificación de la Universidad Alberto Hurtado. Ricardo Carbone, director de Aprendizaje Institucional, aseguró que entregarán su informe a mediados de mayo y confía en que obtendrán varios años de acreditación.
"La parte más importante y que más resguardamos es la autoevaluación. Independiente del resultado que en este caso uno obtiene y porque además el proceso está siendo no solo cuestionado, sino que además está siendo rediseñado, va a haber algunas modificaciones importantes. Se van a eliminar las áreas de acreditación, va a haber otros cambios", dijo.
La Universidad Central también vive este proceso de autoevaluación en la actualidad. El 19 de julio es la fecha tope para entregar los documentos.
Su rector Rafael Rosell indicó que "más que la acreditación por sí, es la oportunidad de mejorar tu calidad y de hacer un proceso continuo, de mejora continua. Por ahí va el tema, no tanto estamos haciendo este tema para acreditar, estamos haciendo todo esto porque queremos ser mejores. La acreditación es una mirada que te dan externos del proceso que estás llevando internamente".
"Debe lograr legitimidad que desgraciadamente perdió"
Respecto a los cuestionamientos que existen hacia el proceso de acreditación, que al no obtenerse los estudiantes no pueden acceder a beneficios del Estado, el investigador y académico Juan Eduardo García-Huidobro dijo que es necesario reformular y repotenciar este proceso, al cual son sometidos de manera voluntaria las instituciones de educación superior.
"Hay que hacer sí o sí una revisión del sistema de acreditación. Hay varias cosas que son complicadas, por ejemplo, este hecho que las carreras están 'acreditadas' por agencias privadas que al final son juez y parte de alguna manera dentro del sistema", indicó.
Añadió que "el sistema de acreditación es muy importante que exista y es muy importante que mejore y logre una legitimidad que, desgraciadamente, perdió".
