Denunciantes rechazan "simulación de perdón" de discípulos de Karadima

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Autor: Cooperativa.cl

Hamilton, Cruz y Murillo arremetieron públicamente contra los obispos Horacio Valenzuela y Tomislav Koljatic.

Dijeron que su actitud "mezquina" y "estratégica" supone una "nueva ofensa" para las víctimas.

Denunciantes rechazan
 UPI

Los querellantes repudiaron que los prelados arguyeran un "complot" liderado por ellos para ensuciar la "santidad" del cura pedófilo.

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El periodista Juan Carlos Cruz, el médico James Hamilton y el filósofo José Andrés Murillo, denunciantes del llamado "caso Karadima", manifestaron su rechazo a un reciente pedido de "perdón", que hicieron los obispos Horacio Valenzuela y Tomislav Koljatic, discípulos del ex párroco de El Bosque condenado por abusos sexuales a menores de edad. 

En la misiva -publicada en la sección de cartas al director del diario El Mercurio y titulada "El perdón de los obispos"- los profesionales refieren que el pasado 15 de agosto los mencionados obispos "pidieron perdón" a través del mismo medio "a la Masonería por haberla involucrado en cartas de defensa al sacerdote católico Karadima".

"En esas cartas de defensa del sacerdote -quien fuera su mentor y guía espiritual- aludían a una suerte de complot contra él debido a su santidad. Parte del complot era de la Masonería y del Poder Judicial, pero también de la izquierda, los Cristianos por el Socialismo, la Teología de la Liberación, los medios de comunicación, los liberales, entre otros, y todos ellos liderados por nosotros. Nosotros que, según las cartas de los obispos mencionados y otros sacerdotes fieles a Karadima, habríamos estado motivados por una serie de problemas familiares, personales, vocacionales, sed de venganza y otras múltiples dolencias", escriben Cruz, Hamilton y Murillo.

"Pedir perdón es un acto de valentía y entra en el orden del misterio. Sin embargo, cuando el perdón es tan selectivo, dirigido a la Masonería y al Poder Judicial, dejando fuera a los que realmente sufrieron el daño, no podemos sino pensar en una simulación de perdón motivada por un mezquino y nada ético cálculo estratégico", juzgan los denunciantes.

"No nos importa realmente si detrás de las disculpas, evidentemente forzadas y poco honestas, se encuentra algún tipo de cálculo, pero sí nos parece que una petición de perdón así constituye una nueva ofensa a los que fueron ofendidos originalmente. Es decir, a nosotros que -contra todo cálculo- iniciamos esta denuncia contra un sacerdote que, lejos de ser santo, era un sacerdote poderoso y, como lo describe el informe del Servicio Médico Legal, con rasgos narcisistas, egocéntrico, con una disminuida capacidad empática y un estilo abusivo de relacionarse con los demás", agrega la carta.

"No buscamos que se nos pida perdón; solo que no jueguen con peticiones simuladas de perdón hacia las personas e instituciones a quienes han ofendido, a la Masonería y al Poder Judicial, entre otras, pues esto -lejos de motivar la comprensión y reconciliación- provoca nuevas heridas", sentencia la misiva.

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