El Obispado de Arica suspendió a un sacerdote acusado de agredir físicamente a una mujer de 23 años en un estacionamiento de un céntrico servicentro de esa ciudad.
La afectada esperaba a un tío en una bencinera, quien había dejado el auto en el acceso para carga de combustible mientras iba al cajero automático. El párroco esperaba el espacio para llenar el estanque pero al no moverse el auto donde estaba la joven, comenzó a tocar la bocina insistentemente, por lo que ella le explicó que tenía que esperar que regresara su tío ya que ella no podía mover el vehículo porque no sabía conducir.
Tras ello, el sacerdote identificado como Mario Maldonado, bajó de su auto y golpeó a la joven, dejándola con moretones y heridas, en un hecho que no pasó a mayores gracias a la intervención de testigos.
A través de un comunicado, la diócesis manifestó su rechazo a la situación y envió muestras de solidaridad con la víctima. Según la misiva, monseñor Moisés Atisha dispuso que "el sacerdote temporalmente no ejerza públicamente su ministerio".
Tras lo sucedido Servicio Nacional de la Mujer (Sernam) de la Región de Arica presentó una querella contra el implicado por lesiones menores graves.
La directora del Sernam de Arica, Jacqueline Castillo, junto a la abogada Alejandra Lerin, encargada de femicidios y previsión de violencia extrema contra las mujeres, solicitaron al Ministerio Público la orden amplia de investigar y aplicar el máximo rigor de la ley.
"Repudiamos el hecho indistintamente de quien comete la acción esté debajo de un uniforme o de una sotana, o bajo de cualquier actor político público o social, nos haremos parte en presentar querellas en contra de la violencia de la mujeres", dijo Castillo.
La representante regional del Sernam explicó que reaccionarán "ante cualquier situación de violencia que vivan las mujeres" en la Región de Arica y que ante el Tribunal se presentan con un tema "preocupante", donde "vemos también cómo las reacciones por asuntos tan simple como un estacionamiento y como llegar a un servicentro se convierten en un acto violento en contra de una joven", detalló.
En tanto, el Obispado de Arica manifestó que desconoce en detalle los hechos, sin embargo, procuró tomar contacto con la afectada para "expresarle la solidaridad y cercanía de la iglesia, pedirle perdón por el daño causado, informar las disposiciones que se están tomando y ofrecer su disponibilidad y apoyo".
