Hilda Aguirre del Real fue acusada de malos manejos en pagos y cotizaciones.
Ya se había salvado de un proceso anterior por falta de quórum.
La Corte Suprema resolvió expulsar a la archivera judicial por graves irregularidades relacionadas con el manejo financiero del organismo que encabezaba.
Mediante un oficio, el máximo tribunal informó de la salida definitiva del poder judicial a la archivera Hilda Aguirre del Real, a causa de una serie de irregularidades como el no pagó de las obligaciones previsionales de los trabajadores del archivo, no pago del arriendo del inmueble de calle Carmen 444, por lo que el organismo se tuvo que reubicar, y además por solicitarles dinero a los funcionarios para cancelar deudas de los servicios básicos del establecimiento y sus cotizaciones previsionales.
Estos problemas los detectó el ministro Omar Astudillo en una segunda investigación contra Aguirre, luego de otro proceso disciplinario que instruyó la ministra Amanda Valdovinos porque en 2010 el servicio recibió 1.800 millones de pesos y no realizó ninguna obra de mejoramiento ni modernización. Esa vez la funcionaria se salvó porque no hubo quórum en la Corte de Apelaciones de Santiago para sacarla.
El presidente de la Corte Suprema, Rubén Ballesteros, explicó que "los cargos que se le hacían a esta señora eran lo suficientemente contundentes como para tomar una medida tan grave como esta. La designación de un nuevo archivero judicial en santiago va a posibilitar que ese servicio se instale con la mayor modernidad posible y que dé el mejor servicio a la gente. Había muchas denuncias".
En agosto el pleno de la Corte de Apelaciones santiaguina abrió un nuevo proceso de remoción contra esta funcionaria y se decretó su suspensión por dos meses con goce de medio sueldo, que tras 27 años de servicio alcanzaba los 20 millones de pesos mensuales. Al revisar esta indagatoria, la Corte Suprema decidió expulsarla por la reiteración de las irregularidades.
