Religioso declaró como imputado en la causa el pasado 28 de mayo.
Según su testimonio, el primer caso fue en 1972 y el último en 1987.
El religioso testificó en calidad de imputado ante la fiscal Érika Vargas el pasado 28 de mayo.
El sacerdote Gerardo Joannon reconoció tener conocimiento de "cuatro casos de adopciones o inscripciones irregulares" en su declaración realizada el pasado 28 de mayo ante la Brigada de Derechos Humanos de la PDI y publicada este jueves por La Tercera.
El religioso testificó en calidad de imputado ante la fiscal Érika Vargas en la investigación que se sigue por una supuesta red de adopciones irregulares durante las décadas del 70 y 80.
Joannon declaró que el primer caso en que habría intervenido fue en 1972, cuando fue "contactado por un colega sacerdote, quien se encontraba fuera de Santiago, con la finalidad de que pudiera ayudar a una familiar suya, quien era de 19 años, menor de edad (según la legislación de la época) y estaba embarazada".
"Tomé contacto con esta familia, en especial con la joven, a quien siempre le insté a llegar al término con su embarazo. Dentro de este contexto la abrí a otra realidad, en el sentido de que ella supiera que existía la posibilidad de dar en adopción a su hijo", agregó el sacerdote.
Otros casos
El segundo caso mencionado por Joannon fue el de un menor adoptado que le presentó una familia que lo invitó a comer a su casa, del que participó incluso en el bautizo. En tanto, el tercer caso ocurrió en 1983, cuando acompañó en su embarazo a una amiga de 22 años, en aquella época.
"Se atendía con el doctor (Gustavo) Monckeberg, quien es la persona, según lo que me he enterado, que le sugiere que dé en adopción a ese menor. Al momento de dar a luz, ella lo hizo en la Clínica Santa María, lugar donde concurrí aproximadamente unos tres días después del nacimiento, enterándome de boca de Monckeberg que la guagua había muerto", declaró.
Sobre este caso, Joannon reconoció no haber visto el cuerpo ni haber participado del funeral del menor, sin embargo, precisó que hace 10 años conoció a la joven por intermediación de una sicóloga, quien "efectivamente era la hija dada en adopción".
De acuerdo con el matutino, el cuarto caso fue en el año 1987, cuando "una familia muy cercana y amiga se encontraban con el problema de que una de sus hijas, de unos 22 años, había quedado embarazada".
Tras esta declaración, el 19 de junio pasado la fiscal Vargas se declaró incompetente y traspasó la causa al ministro de la Corte de Apelaciones, Mario Carroza, quien resolvió investigar 12 casos que caratuló como "sustracción de menores".
Ahora, el ministro Carroza deberá ratificar y validar el testimonio del sacerdote y, eventualmente, realizar preguntas que podrían haber quedado inconclusas.
