Claudia Santibáñez llamó en GPS a separar los residuos orgánicos y los inorgánicos.
Añadió que con los primeros se puede realizar compost para utilizar en los jardínes.
El problema con la recolección de los desechos obliga a tomar medidas para evitar riesgos sanitarios en los hogares.
La académica de la Escuela de Agronomía de la Universidad Mayor, Claudia Santibáñez, entregó una serie de recomendaciones con el manejo de los desechos domiciliarios debido al paro que mantienen los recolectores de basura en el país.
La también experta en reciclaje orgánico indicó en GPS que una buena opción es separar los elementos orgánicos e inorgánicos y utilizar los primeros para realizar compostaje.
"Lo ideal es poder hacer una separación de la basura en dos grupos: Lo que es orgánico y lo inorgánico. En lo orgánico tenemos todo lo que son los residuos que vienen de las frutas, las verduras, los restos de comida y que son estos los que generan más problemas de olores", dijo.
La experta añadió que "desde nuestros hogares podemos realizar un reciclaje de estos residuos a través del compostaje y con eso podemos utilizar el producto final, que es el compost, para nuestras macetas, jardines y mejorar los suelos".
Claudia Santibáñez indicó que "se pueden adquirir composteras, recipientes cerrados que propician que haya una adecuada aireación, y ahí se van disponiendo los residuos a medida que se van generando, hasta que el material de haya degradado por la actividad de microorganismos", para finalmente utilizarlo en el jardín.
En cuanto a lo inorgánico, como las pilas, vidrios, papel, cartón, aluminio, plásticos, la académica indicó que "existen centros de acopio donde se pueden reciclar", aunque representan menores problemas debido a que no despiden olor y no generan problemas sanitarios.
Lombricultura
También mencionó la lombricultura, técnica parecida al compostaje, pero que se puede hacer a menor escala, como en balcones de departamentos, donde se adquiere la lombriz californiana "que consumen los residuos orgánicos de las casas y lo digieren, eliminando humus de lombriz".
"La ventaja es que basta con que uno tenga unas pocas lombrices y si se van entregando los restos de comida a diario, las lombrices se multiplican rápidamente, por lo tanto después se puede ampliar el sistema, o convidar esas lombrices", dijo Santibáñez.
También valoró que pese al paro de los recolectores de basura, las bajas temperaturas han evitado un problema mayor con los residuos.
"Afortunadamente estos días han estado bastante fríos lo que ayuda que la fermentación de la basura sea más lenta, porque o si no el problema sanitario sería mucho mayor, porque a mayor temperatura la fermentación es mucho más rápida", .
