"¿Puede el Estado obligar a una mujer a un embarazo que incluso la lleva a la muerte?", se preguntó Marcela Ferrer.
Señaló que el debate no se puede definir con argumentos religiosos ya que somos una sociedad diversa.
El caso de la menor, "es una situación que requiere una respuesta del Estado".
La socióloga, académica de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile y autora del libro Voces del Aborto, Marcela Ferrer, analizó el caso de la niña de 13 años que tiene un embarazo inviable producto de una violación e indicó que como sociedad hay que preguntarse "¿puede el Estado obligar a una mujer a un embarazo que incluso la lleva a la muerte?".
A raíz del polémico caso que reabrió el debate sobre el aborto terapéutico la experta en bioética señaló en Lo que Queda del Día que en Chile es necesaria una ley sobre el aborto que vaya más allá de las tres causales que está proponiendo el Gobierno: en caso de violación, inviabilidad fetal y riesgo de la vida de la madre.
"El aborto es alguien que nadie quiere, no es una situación deseaba ni que sea buena de vivir. El punto es que sí tenemos derecho a decidir si tener hijos o no tenerlos y en el caso de decidir tener hijo, cuándo tenerlos y cuántos", comentó Ferrer.
La académica enfatizó en el caso de la niña de 13 años es una situación que requiere una respuesta del Estado.
"Yo lo encuentro de una violencia extrema que una niña de 13 años sea obligada a seguir con un embarazo que además no es viable", sostuvo Ferrer, quien alertó sobre la importancia de legislar para que una mujer tenga la libertad de elegir en ese tipo de casos.
En ese sentido, aseguró que es importante preguntarse si nuestra legislación es justa al prohibir el aborto o limitarlo sólo a las tres causales en discusión considerando que somos una sociedad diversa y pluralista.
Por esto llamó a analizar "qué estatuto le damos al feto o al embrión en el sentido de si tiene iguales derechos que la mujer, eso no se puede resolver con argumentos religiosos porque somos una sociedad diversa", puntualizó.
Desigualdad
Ferrer además aclaró que "el aborto no es un método de control de natalidad, no puede y no debiera serlo (...) Nosotros no tenemos relaciones horizontales de igualdad entre hombres y mujeres y esa desigualdad que uno la ve en el plano de los ingresos, que lo ve en muchos planos de la sociedad, en el plano de la sexualidad se expresa con mucha mayor fuerza".
"Cuando se dice 'tomen anticonceptivos' se está suponiendo que tenemos situaciones de parejas equitativas, donde las decisiones se toman en conjunto, donde la voluntad de la mujer se respeta, cuestión que no es así. Hay que pensar en la cantidad de violencia sexual que se da incluso en parejas", explicó.
Y añadió que "hay varias estimaciones que muestran que del total de abortos que se realizan, un dos o tres por ciento da cuenta de esas tres causales y el resto son abortos inseguros que responden a otras causas".
