El portavoz de la Conferencia Episcopal, Jaime Coiro, se refirió a los resultados.
La cifra de quienes se declararon seguidores de esa religión bajó 2,59 puntos porcentuales.
La baja es un signo importante, afirmó Coiro.
El portavoz de la Conferencia Episcopal, Jaime Coiro, dijo que la Iglesia Católica recibe la baja en la cantidad de personas que se declaran seguidores de esa religión en el Censo 2012 "con humildad y esperanza".
De acuerdo con las cifras publicadas este martes, los chilenos que se declaran católicos representan un 67,37 por ciento de la población, lo que representa una disminución de 2,59 puntos porcentuales respecto de la encuesta de 2002.
Estos resultados "nos interesan y nos importan. Como sociedad nos hace bien conocernos, y a las diversas confesiones religiosas también nos hace bien saber de la fe de los chilenos", expresó Coiro.
Desde la perspectiva del empeño ecuménico que anima la Iglesia (los evangélicos son un 16,62 por ciento), subrayó que "un Chile mayoritariamente cristiano es una gran noticia que nos invita a seguir valorando aquello que nos une, y también lo que une a quienes creemos en un único Dios que nos ama y que está presente en la historia".
Consultado acerca de la baja experimentada en la proporción de personas que se declaran católicas, Coiro afirmó que es un dato que no los puede dejar indiferentes: "La sola baja en la proporción de católicos ya es un signo importante que nos invita a una introspección sincera sobre cuáles son las debilidades en nuestro modo de vivir la fe y qué aspectos necesitamos reforzar".
A juicio del portavoz del Episcopado, la pregunta de fondo que nos interpela es "cómo estamos anunciando a Jesucristo, desde nuestra vida personal y comunitaria, al hombre y la mujer de nuestro tiempo. Cómo estamos dando testimonio de nuestra esperanza cristiana especialmente a las personas y familias que sufren".
