La tragedia aérea cobró la vida de 21 personas, cuatro de ellas aún siguen desaparecidas.
La “Operación Loreto” se extendió entre el 3 y 27 de septiembre.
El accidente aéreo de Juan Fernández cobró la vida de los 21 ocupantes del Casa 212 que ese viernes 2 de septiembre se dirigía al archipiélago para colaborar con la reconstrucción de Robinson Crusoe.
Sin embargo y por motivos que aún son parte de la investigación, cerca de las 17:00 horas de ese día el avión de la Fuerza Aérea se precipitó en el mar provocando una de las mayores tragedias áreas ocurridas en el último tiempo en Chile.
Las primeras pistas de la aeronave surgieron a las pocas horas cuando los pescadores de la zona, que voluntariamente dieron inicio a la búsqueda, encontraron objetos personales y la puerta del avión.
A raíz de esto, el Gobierno inició el operativo de búsqueda que más tarde bautizaría como "Operación Loreto" en alusión a la patrona de los pilotos. Así, la madrugada del 3 de septiembre y aún con la esperanza de encontrar sobrevivientes comenzó el operativo.
La búsqueda rápidamente arrojó primeros resultados, a las 07:20 horas de ese sábado se encontró el cuerpo de una mujer y más tarde el Gobierno confirmaría el hallazgo de otros cuerpos: dos hombres y una mujer.
En la noche de ese 3 de septiembre, el Servicio Médico Legal (SML) confirmó que se trataba de Erwin Núñez, Galia Díaz, Roberto Bruce y Sylvia Slier. Junto a ello, el Gobierno y la FACH anunciaban a todo Chile que no había sobrevivientes.
Ayuda de una vidente
El sector en que desapareció el Casa 212 provocó que la búsqueda se tornara cada vez más compleja y los hallazgos cada vez más escasos y en condiciones que dificultarían el reconocimiento por parte de los peritos del SML.
En medio de la desesperación por la falta de resultados, las redes sociales pedían incansablemente que se hiciera caso a unas videntes que señalaban que habría algunos ocupantes de la nave refugiados en unas cuevas.
El 5 de septiembre el ministro de Defensa, Andrés Allamand, reconoció que seguirían las pistas "verosímiles" de una vidente que subiría a un buque de la Armada para dar sus coordenadas. Sin embargo, su información no arrojó ningún resultado.
Durante los próximos días, la Armada encontraría parte del fuselaje del Casa 212, piezas fragmentadas que daban cuenta del brutal impacto que sufrió el avión en el mar. Estos hallazgos permitieron triangular la zona para continuar con la búsqueda de los restos.
Nuevas identificaciones
Recién el 7 de septiembre, cinco días después del accidente, se entregó la identificación de otros tres fallecidos: Catalina Vela, Sebastián Correa y Juan Pablo Mallea.
Al día siguiente, el SML anunciaba al país la identificación de la comandante del vuelo, Carolina Fernández.
A una semana de la tragedia, el 9 de septiembre, las autoridades confirman la identificación de Felipe Camiroaga, Felipe Cubillos, Carolina Gatica, Eduardo Jones y Jorge Palma.
Los siguientes días, el operativo comenzó a utilizar tecnología de punta para seguir en el fondo del mar el rastro del Casa 212 y los restos humanos. En este proceso, la Armada recibió ayuda de equipos estadounidenses para facilitar la "Operación Loreto".
La víctima 22
Seguían las labores de búsqueda sin mayores resultados y bajo la expectación de los chilenos, pero una nueva tragedia volvía a enlutar a Juan Fernández y a todo un país.
El 13 de septiembre, el cabo primero de la FACh, Manuel Vera Abello murió en el aeródromo Robinson Crusoe al ser alcanzado por la hélice de un avión que llevaba equipamiento para las labores de búsqueda.
El cabo Vera había llegado a Juan Fernández voluntariamente para colaborar con la búsqueda de sus compañeros de la FACh y los pasajeros del Casa 212.
Los últimos hallazgos
El 14 de septiembre renacían las esperanzas de encontrar más restos humanos. El ministro Allamand anunciaba el hallazgo de "parte importante" del fuselaje del avión concentrando la búsqueda en el ahora denominado "Punto Loreto".
Fue en ese lugar donde se encontraron los últimos restos humanos rescatados de Juan Fernández, sin embargo, la identificación de ellos sería aún más difícil que los anteriores debido a la gran fragmentación que presentaban.
A casi 20 días de la tragedia la esperanza de encontrar los restos de las 21 víctimas continuaba tras la identificación del comandante de la Fuerza Aérea, Rodrigo Fernández.
Sin embargo, el 26 de septiembre el Gobierno anuncia el fin de la "Operación Loreto" en medio del pesar de los familiares de aquellas víctimas que aún no eran encontradas.
Recién el 13 de diciembre el Servicio Médico Legal logró identificar a Joel Lizama, miembro del Desafío Levantemos Chile.
La última identificación ocurrió un mes después, el 18 de enero de 2012, cuando se anunció el reconocimiento de Romina Irarrázabal, funcionaria del Consejo de la Cultura.
Desde entonces continúan desaparecidos Rodrigo Cabezón, José Cifuentes, Eduardo Estrada y Flavio Oliva.
