Al despegar, comenzó a salir humo de la nave.
Padre de dos de las víctimas avisó desde tierra de los problemas.
Aún no hay información sobre la hora en que serían entregados los cuerpos.
Juan Carlos Cornejo Andrade, el piloto de la avioneta que capotó el sábado, intentó regresar cuando le advirtieron de problemas en la nave, según relataron testigos.
Los cuerpos de las cuatro víctimas de la avioneta que capotó en las cercanías del aeródromo Chacabuco, en Colina, llegaron hasta el Servicio Médico Legal donde se realizan las pericias.
Allí Alejandro González, un amigo de la familia de Sebastián (18) y Francisca Solís (16) -dos de las víctimas-, relató como fueron los últimos minutos antes de que se produjera el accidente.
El hecho ocurrió en medio de un asado familiar en el Club Universitario de Aviación donde los pilotos realizan pequeños viajes para pasear a sus seres queridos.
En ese contexto, explicó González, "el piloto llegó, aterrizó, dejó a una gente y subió Francisca, Sebastián y el pololo de Francisca".
"Mi amigo se da cuenta que cuando el avión despega echa humo o algo parecido", relató.
Tras percatarse de este hecho, el padre de los hermanos Solís llamó al piloto y le avisó de lo que sucedía, quien de inmediato intentó regresar, sin embargo, la nave capotó.
