Desde posibles nexos al interior de una municipalidad hasta amenazas de muerte a una alcaldesa y a un párroco, develados todos en unos pocos días, han instalado nuevas preguntas en torno a una de las preocupaciones más latentes de la sociedad: el tráfico de drogas.
Una denuncia apunta a funcionarios del Municipio de San Ramón que supuestamente mantienen relaciones con narcotraficantes y las amenazan que presuntamente de ellos recibió la alcaldesa de La Pintana, Claudia Pizarro. En tanto, el párroco de la Parroquia San Cayetano de La Legua, Gerard Ouisse, reveló haber sido víctima de una serie de amedrentramientos.
Las preguntas, a partir de todo ello, quedaron instaladas: ¿Ha aumentado la venta de drogas en el país en los últimos años? ¿Cómo operan las redes de influencia de los narcos en Chile? Estas fueron algunas de las preguntas a las cuales el periodista de Cooperativa, Gonzalo Aguirre, buscó respuestas.
¿Qué tan masificada es la venta de drogas a nivel nacional? ¿Qué tanto abarca sus redes en las comunidades? "Todos sabemos que en el país hay un problema serio y que es el trafico de drogas, y eso es una realidad, esto sucede a lo largo de todo Chile y en todas las comunas hay trafico, en todas las comunas se genera esta situación", es el diagnóstico del presidente de la Asociación Chilena de Municipalidades (AChM), el alcalde de La Granja, Felipe Delpin.
"Ha sido un problema de difícil solución, ninguna comuna escapa de esto, las comunas de la zona sur no son distintas a las comunas de otras regiones y lo que sucede a nivel del país. Es un problema que tenemos todos los alcaldes, que lo vivimos, y esperamos que Carabineros haga su trabajo y la Policía de Investigaciones cumpla su labor", recalcó el líder de los jefes comunales.
Aumento de las denuncias
Los trabajos del Observatorio del Narcotráfico en Chile, que se realizan en aquellas comunas que tienen más de 50 mil habitantes, "levantaron finalmente dentro del país más de 91 comunas, en las cuales aparecen en todas ellas focos territoriales del narcotráfico", comentó el fiscal Luis Toledo, director de la Unidad Especializada en Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Sicotrópicas, a cargo del estudio.
Los focos del microtráfico se concentran en las regiones de Valparaíso y el Biobío, en Santiago, y en la macrozona norte, donde están las fronteras con Perú y Bolivia.
"En esas comunas, comparados dos quinquenios, del año 2005 al año 2010 y del año 2010 al año 2016, hemos podido advertir un aumento de aproximadamente un 17 por ciento de las denuncias por narcotráfico", precisó el persecutor.
Distintos estudios han ayudado a desentrañar la "cultura" del narcotráfico nacional, como la Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (ENUSC) de la Subsecretaría de Prevención del Delito del Ministerio del Interior y Seguridad Pública -con el apoyo técnico del Instituto Nacional de Estadísticas (INE)-, que en su última medición -de abril de este año- entregó reveladores datos.
Según el estudio, el mundo narco ha presentado una leve baja de la presencia de los vendedores en las calles, pasando de 20,3 a un 18,3 por ciento entre 2015 y 2016. Esto es leído por organizaciones y autoridades como efecto de un aumento de la oferta y demanda de drogas a través de internet y redes sociales.
Los temores de las redes de influencia
En tanto, se mantiene la presencia de narcotraficantes que se desempeñan como "benefactores" de las comunidades en las poblaciones y, con esto, se instala el temor de que esta figura pueda escalar, trasladarse a otras instituciones, como ha sido denunciado en la jefatura comunal de San Ramón.
"Cuando un grupo delictual de la población definitivamente se gana la simpatía de diferentes personas con dinero ilícito, donde incluso tienen un negocio de fachada, que no venden nada, van a aceptando nuestra sociedad logrando una protección para cometer su delito. Eso, si tu lo llevas a una mayor escala, evidentemente que puede afectar otros aspectos de la sociedad y eso, como policía, en realidad lo que nos preocupa", indicó al respecto el subprefecto Alex Espinoza, de la Jefatura Nacional de Narcóticos de la PDI.
La PDI comenta que en el último lustro la cifra de incautaciones de droga se ha mantenido en rangos similares, con al menos 20 toneladas al año, esto gracias a un fuerte trabajo en el norte, en los pasos fronterizos y en las comunas con el Plan Microtráfico Seguro.
