Javier Araya recibió el ataque de al menos 20 reos en el penal de Valparaíso.
Gendarmería debió aislarlo del resto de los reclusos.
Araya será reformalizado el miércoles 20 de marzo.
Javier Araya, el hombre acusado de agredir a su hijo de dos meses y provocarle la muerte en Quilpué, fue golpeado por al menos 20 reos en la cárcel de Valparaíso, donde cumple prisión preventiva mientras se desarrolla el juicio.
Según relató personal de Gendarmería, la golpiza a Araya se produjo en los patios del módulo 111, donde fue abordado por al menos 20 reos, los que tras gritarle insultos le propinaron golpes de pies y puños.
Tras el incidente, el hombre debió ser trasladado hacia la unidad de emergencia del penal y luego ser puesto en una zona de aislamiento de máxima seguridad frente a la posibilidad de que sea atacado nuevamente.
El hombre reconoció su culpabilidad en la muerte de su bebé, que según lo expuesto por el fiscal Juan Emilio Gatica se produjo porque "a raíz de llantos de guagüita, el padre lo toma fuertemente de la cabeza, lo zamarrea y lo lanza sobre la cama violentamente y luego le proporciona un par de golpes en el cuerpo, lo que hace que convulsione y bote sangre".
El bebé fue internado en la clínica Reñaca de Viña del Mar, donde se le decretó la muerte cerebral. Y su padre fue formalizado por parricidio frustrado, cargo que se modificará el miércoles 20 de marzo por el de parricidio consumado.
