Roberto Méndez comentó el 70 por ciento de rechazo que obtuvo el Ejecutivo en la encuesta de abril.
"Tenemos una ciudadanía muy exigente", respondió La Moneda.
Tanto la Presidenta Bachelet, con el caso Caval, como el ministro Peñailillo, por el caso SQM, han sido víctimas de la llamada "crisis de confianza" que cruza al país.
La "falta de transparencia" y la sensación de que se transmiten "mentiras" son las causas que están detrás del aumento en la desaprobación al Gobierno y la caída en sus índices de valoración ciudadana.
Así analiza el presidente de Adimark, Roberto Méndez, los resultados del sondeo correspondiente a abril -dado a conocer este miércoles-, que anotó un 70 por ciento de rechazo al Ejecutivo versus un 26 por ciento de respaldo.
Según destacó Adimark temprano en su informe, "tal nivel de desaprobación para el Gobierno sólo se había observado en una ocasión (agosto 2011) durante el periodo del Presidente Sebastián Piñera, en el clímax de las manifestaciones estudiantiles".
La encuesta mostró además que el rechazo a la figura de Michelle Bachelet (que se disparó entre febrero y marzo por el caso Caval) aumentó a 64 por ciento.
En tanto, el respaldo al ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, ha caído 14 puntos desde inicio de año; la mitad de éstos luego de que se conocieran sus boletas a la empresa del operador político Giorgio Martelli.
"Yo creo que lo que le está haciendo daño al Gobierno, a la Presidenta y a los ministros ya no son tanto las boletas, sino la falta de transparencia, de verdad en lo que ocurrió", comentó Roberto Méndez a Cooperativa.
"Da la impresión de que todo el mundo sabe que las boletas eran falsas, pero las personas involucradas siguen defendiendo que eran verdaderas, entonces esa mentira reconocida está causando mucho daño", advirtió.
"Mientras eso no se solucione, yo creo que ni las medidas anticorrupción ni los anuncios de cambio constitucional van a lograr sacar esto de la agenda", presagió el presidente de Adimark.
"Ciudadanía exigente"
Desde La Moneda reaccionó a la encuesta el ministro vocero, Álvaro Elizalde.
"Como Gobierno nos hacemos cargo de ese desafío: que tenemos una ciudadanía que es muy exigente y eso, por tanto, requiere que el Gobierno siga impulsando las iniciativas que nos permitan relegitimar las instituciones democráticas", señaló Elizalde.
El diputado PPD Pepe Auth comentó en el Congreso, en tanto, que "era previsible una pésima encuesta", pues eso "refleja el estado de ánimo de la población".
"Yo esperaría que el punto de inflexión comenzara a expresarse en el mes siguiente, a partir del cambio de actitud de la Presidenta, que aún no se refleja en esta encuesta, que fue mayoritariamente hecha antes del anuncio de las reformas radicales de la política, que deben dolernos a nosotros, los políticos", indicó.
"Todos esperan que el 21 de mayo sea el punto de inflexión definitivo, pero no va a ser fácil recuperar los niveles de respaldo conseguidos en enero de este año", indicó el ex timonel PPD.
Alianza exige "golpe de timón"
Desde la Alianza -que tampoco recibió buenas noticias de Adimark- llamaron al Gobierno a dar un "golpe de timón".
Para el presidente de Renovación Nacional, Cristián Monckeberg, el aumento en la desaprobación del Ejecutivo "es reflejo de desaprovechar oportunidades".
"El Gobierno tuvo una tremenda oportunidad de construir un espacio para recuperar confianzas de la ciudadanía y optó por la pirotecnia: reformas constitucionales, asambleas constituyentes, dejando de lado lo que la gente quiere hoy día, que son soluciones. Falta un golpe de timón, y cuando hay falta de un golpe de timón hay que avanzar en esa línea. Yo creo que, como sugerencia, un cambio de gabinete no vendría nada de mal", señaló Monckeberg.
Su par de la UDI, Hernán Larraín, apuntó en un sentido análogo al indicar que "el mundo político está profundamente cuestionado" y "hay desconfianza" porque "se piensa que estamos más preocupados de nuestros problemas que de los problemas de la ciudadanía, y ahí hay una tarea pendiente en la que también nosotros debemos asumir la responsabilidad correspondiente".
"No es bueno para Chile tener un Gobierno mediocre", dijo la jefa de la bancada de diputados de la UDI, María José Hoffmann.
"Nos preocupa muchísimo que la gente, hoy día, no le crea a la Presidenta. Es un muy mal signo para el país cuando no hay confianza en las autoridades, y esto es una crisis política que nos afecta a todos, pero claramente quien lleva el timón, quien resuelve las prioridades del país, es el Gobierno", dijo Hoffmann.
La parlamentaria gremialista afirmó que "el Gobierno tiene que dar un giro", porque "las reformas que ha enviado han sido completamente rechazadas, y esa incapacidad de escuchar lo que está reclamando la ciudadanía hace que el Gobierno siga cayendo, y hasta que no haga un golpe o un cambio de timón va a seguir cayendo".
