"No tengo ningún inconveniente", dijo Arturo Squella, quien destaca "la transformación del país" durante la dictadura.
Colegas suyos consideran "inoportuno" el gesto y admiten "molestia".
Siguen las réplicas por el minuto de silencio en honor al dictador.
El minuto de silencio solicitado por el diputado UDI Ignacio Urrutia el pasado miércoles para recordar los ocho años del fallecimiento de Augusto Pinochet detonó una controversia interna en el partido entre quienes defienden el acto y quienes critican la conducción de la directiva gremialista.
Uno de los que se quedó en la Sala fue Arturo Squella: "Si bien no sabía que se iba a rendir homenaje, no tengo ningún inconveniente en guardar el minuto de silencio", dijo el diputado a La Segunda.
"No tengo problemas en reconocer la transformación del país gracias al gobierno militar y, al mismo tiempo, condenar las violaciones a los derechos humanos", afirmó Squella.
Su colega Issa Kort, quien no participó del minuto de silencio, cree que el acto "fue inoportuno".
"En la bancada hay diputados de segunda y tercera generación. Queremos mirar al futuro, buscar lo que nos une y no lo que nos divide. La UDI tiene que zanjar su postura ante este tema, tomar una decisión colegiada", reflexionó el parlamentario.
David Sandoval, en tanto, mostró una postura intermedia: "(El acto) me pilló en una situación imprevista ante la que no me quedó más que 'apechugar' y quedarse".
"Me molestó, porque si se había pedido el martes debió haberse discutido y que en la bancada cada uno tomara su posición. Fue un error de la bancada", opinó.
