El senado de la UDI dijo en Cooperativa que no hay razón para rechazar nombramiento en la Corte Suprema.
En caso de ocurrir se deberá a la actuación de la jueza en el caso MOP-Gate, afirmó.
Larraín recordó que Chevesich llevó el caso contra funcionarios del Gobierno de Lagos.
El senador de la UDI Hernán Larraín afirmó en El Diario de Cooperativa que si se veta el nombramiento de Gloria Ana Chevesich como ministra de la Corte Suprema la decisión tendrá un olor a venganza política por el caso MOP-Gate.
La jueza fue nominada por el Gobierno para integrarse al máximo tribunal, pero tal opción ha sido cuestionada por la posición a causa de lo que consideran una actuación errática en casos de violaciones a los Derechos Humanos.
"Gloria Ana Chevesich reúne todas las características y marginarla tiene más olor a venganza política por haber ella tenido la responsabilidad de llevar adelante los procesos del MOP-Gate, lo que hizo con mucha profesionalidad", planteó Larraín.
"Si los jueces los vamos a nombrar según su comportamiento en fallos determinados y si se trata de fallos políticos lo que vamos a lograr es que los jueces se inhiban de participar en fallos políticos porque se va a limitar su carrera profesional y vamos a tener impunidad para quienes actúen en el ámbito político porque nadie se va a atrever a nombrarlos", agregó el senador.
"Digámoslo claramente, tuvo un rol en un proceso que tuvo connotaciones políticas delicadas como el MOP-Gate en que se acusó y sancionó a personas del Gobierno del entonces Presidente Ricardo Lagos, incluidos ministros de Estado, por haber participado en actos condenados por la justicia", detalló el parlamentario.
"Sería muy delicado que respecto de cada juez que se va a nombrar como posible ministro de la Corte Suprema se hiciera un análisis particular y pormenorizado de sus fallos porque no nos corresponde a nosotros evaluar a los jueces por un fallo determinado", opinó Larraín.
"En este caso no ha habido la voluntad de no condenar al señor Contreras por su participación en violaciones a los Derechos Humanos. Fue condenado igual con el voto favorable de la ministra Chevesich", aclaró.
"La pregunta era si correspondía aplicarle un atenuante. Ella estimó que sí, otros estimaron que no, pero no ha habido mano blanda para sancionar a quien en ese minuto era procesado por Derechos Humanos por unanimidad de todos los miembros de la corte", explicó en referencia a la discusión sobre la aplicabilidad de la figura de "irreprochable conducta anterior a Contreras".
