Presidente Piñera dijo el miércoles que había conocido el dato "después" de publicitar sus resultados.
Clarisa Hardy sostuvo que sólo las encuestas del 2009 y del 2011 no traían dicha cifra.
La ex ministra de Planificación del Gobierno de Michelle Bachelet Clarisa Hardy (2006-2008) salió a desmentir lo señalado por el ministro Joaquín Lavín para justificar la tardanza en la entrega del margen de error de la encuesta Casen 2011.
El día miércoles en una entrevista televisiva, el Presidente Sebastián Piñera afirmó que conoció dicho dato "después" de difundir públicamente los resultados del estudio, que mostraban una reducción marginal de la pobreza, de 0,7 por ciento, situada bajo dicho margen de error, estimado en un 0,8 por ciento, y una baja más significativa de la extrema pobreza (de 3,7 a 2,8 por ciento).
"El margen de error efectivo de la encuesta Casen se conoce después. Lo calcula el INE y eso pasa siempre. Hay un cálculo oficial que se conoce después, y cuando lo supimos se lo informamos al Presidente", señaló Lavín el día de ayer, planteamiento que fue refutado por Clarisa Hardy.
 |
| Hardy sugirió a Lavín "meterse en la página de su propio Ministerio" para chequear los datos. (Foto: UPI) |
"Yo sugeriría al ministro Lavín que haga el simple ejercicio de meterse en la página de su propio Ministerio y que vea todas las publicaciones de las primeras informaciones que se entregaban en la Casen desde el año 90 a la fecha, y verá que todas, con excepción de la de 2009, que presentó el (ex) ministro (Felipe) Kast, y la que él presentó, de 2011, son las únicas dos ocasiones en que las fichas técnicas no contienen la información sobre el margen de error", señaló la ex ministra.
Hardy pidió además que se dejaran de lado ya las críticas a la presentación de los resultados, para pasar a los temas de fondo, que a su juicio son las políticas que los gobiernos deben desarrollar para terminar con la pobreza. Esta opinión fue compartida por la directora social del Hogar de Cristo, Verónica Monroy, quien señaló que el debate -más allá de si la pobreza bajó o se mantuvo- es que aún queda trabajo poe hacer.
"Aun si hubiese disminuido la pobreza a dos millones (de personas), son dos millones de chilenos que no tienen las condiciones mínimas necesarias de dignidad para vivir, y eso nos pone en una tremenda situación de desafío como país, porque tenemos las condiciones económicas, las condiciones de inteligencia y de recursos humanos para resolver el problema", señaló.
