Piñera detalló en la ONU las "lecciones" que sacó Chile del quiebre de la democracia

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Autor: Cooperativa.cl

Golpe militar, dictadura y transición fueron parte destacada del discurso de Sebastián Piñera ante la Asamblea General de la ONU.

Dijo que justificar la tortura y la desaparición forzada de personas implica "un inaceptable vacío moral".

Piñera detalló en la ONU las
 EFE

"Chile hoy goza de una democracia estable, libertades públicas garantizadas y un sistema económico que nos tiene a las puertas del desarrollo", aseveró el Jefe de Estado.

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El Presidente Sebastián Piñera abordó de manera extensa la reciente conmemoración de los 40 años del golpe militar en Chile al pronunciar su último discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas.

Ante el resto de los jefes de Estado y de Gobierno y del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, el Mandatario dio cuenta de las "lecciones" que aprendió nuestro país al vivir las experiencias del quiebre democrático, la dictadura y la posterior transición.

"Hace pocos días los chilenos conmemoramos el cuadragésimo aniversario del quiebre más profundo y duradero que haya sufrido nuestra democracia en nuestros dos siglos de vida independiente", explicó Piñera ante la Asamblea.

Según les manifestó, este quiebre "se explica por una época marcada por los odios, las divisiones y los proyectos excluyentes no sólo en Chile, sino en un mundo fraccionado por la Guerra Fría".

"En pocos días más, el 5 de octubre", continuó, "los chilenos conmemoraremos otro aniversario, el vigésimo quinto, del inicio de la recuperación pacífica de nuestra democracia por voluntad libre y soberana de una amplia mayoría de chilenos expresada en un plebiscito", el del 1988, donde triunfó el "No".

"Nada justifica la tortura"

"De ambas experiencias, los chilenos aprendimos lecciones que quisiera hoy compartir con ustedes, porque son de aplicación universal y creo, humildemente, que pueden aportar luces para resolver conflictos que hoy sacuden a otras naciones del mundo", dijo.

"La primera es que debemos admitir, sin reservas de ninguna naturaleza, que aun en situaciones extremas -incluidas la guerra externa o interna- existen normas morales y jurídicas que deben ser respetadas por todos, combatientes y no combatientes, civiles y militares, jefes y subordinados. En consecuencia, fenómenos como la tortura, el terrorismo, el asesinato por razones políticas, la desaparición forzada de personas, el uso de la violencia en contra de la población civil, nunca pueden ser justificados sin caer en un grave e inaceptable vacío moral", advirtió el Mandatario.

"No existe conflicto bélico externo, estado de excepción interna ni revolución política, económica o social alguna que justifique la intromisión de la violencia como medio de acción política ni el abuso a los derechos humanos", subrayó.

La segunda "lección" señalada por Piñera es que "la democracia, la paz y la amistad cívica son valores mucho más frágiles de lo que solemos creer, por lo que jamás podemos ni debemos darlos por garantizados. Son, en cierto sentido, como un árbol que requiere ser regado cada día para evitar que se marchite y termine por secarse".

"La tercera lección es que existe una relación muy estrecha entre la calidad de la democracia, el progreso económico y la justicia social, pues se retroalimentan y potencian mutuamente, al punto que el deterioro de cualquiera de ellas tarde o temprano termina por impactar negativamente a las demás. No cabe duda, por ejemplo, que se hace muy difícil garantizar estabilidad política y paz social cuando se mantienen niveles excesivos de pobreza y desigualdad", planteó. 

"No ser prisioneros del pasado"

La "cuarta lección", dijo Piñera en la ONU, "es que el pasado ya está escrito".

"Podemos discutirlo, interpretarlo y, por cierto, recordarlo, pero no tenemos derecho a permanecer prisioneros de él, porque cuando el presente se queda anclado en el pasado, el único que pierde es el futuro", reflexionó.

En esa línea, y tal como ya lo dijo con insistencia en Chile, señaló que la actual generación "no tiene derecho a legar a las generaciones futuras los mismos odios, querellas y divisiones que tanto daño y sufrimiento causaron hace 40 años".

"El desafío, entonces, no es olvidar lo sucedido, sino superarlo con una disposición nueva, positiva, cargada de esperanza, buscando aprender de las experiencias para evitar repetir errores e iluminar los caminos del futuro", sostuvo.

"Estas y otras lecciones, que Chile aprendió con dolor, nos permitieron recuperar pacíficamente nuestra democracia y avanzar por los caminos de la verdad, la justicia y la reconciliación entre los chilenos", dijo Piñera, señalando   que dicha transición los chilenos "ya la hicimos y la hicimos bien".

La "nueva" transición

El Jefe de Estado cerró su discurso señalando que "los chilenos enfrentamos otra transición", que "tiene su vista fijada en el futuro" y que "nos permitirá, antes que termine esta década, ser el primero -pero ojalá no el único- país de América Latina que logra dejar atrás el subdesarrollo, superar la pobreza e integrarse en plenitud a la comunidad de países democráticos y desarrollados".

"Estos fueron los compromisos que el gobierno que tengo el honor de encabezar asumió con todos los chilenos hace casi cuatro años atrás. Y nos da gran satisfacción observar el sólido y sostenido avance hacia su cumplimiento", declaró, recordando el "devastador terremoto y maremoto" que le tocó enfrentar al inicio de su mandato.

"Éstas son (...) algunas reflexiones y lecciones que este Presidente de Chile, pero también ciudadano del mundo como todos quienes lo habitamos, ha querido compartir con los jefes de Estado y de Gobierno. Son las lecciones y reflexiones de un país, quizás pequeño en el concierto internacional, pero que hoy goza de una democracia estable y consolidada, de libertades públicas amplias y garantizadas y de un sistema económico que luego de dos siglos de vida republicana, finalmente nos tiene a las puertas del desarrollo", cerró el Presidente.

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