Catherine Lathrop aseguró que "se hizo justicia" con los dueños del yacimiento.
Fiscalía decidió cerrar sin acusados la investigación por el caso de los 33 de Atacama.
Bohn (izquierda) y Kemeny (derecha) quedaron sin acusación en su contra.
Catherine Lathrop, abogada de los dueños de la mina San José, donde pasaron 69 días atrapados 33 mineros en 2010 aseguró que sus representados "son víctimas" y que la Fiscalía hizo justicia al cerrar la investigación sin hacer acusaciones.
Tres años después del suceso, el Ministerio Público determinó que no existen antecedentes suficientes para continuar la indagación contra los dueños del yacimiento, Alejandro Bohn y Marcelo Kemeny, así como contra las autoridades del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin).
"Nuestros representados fueron víctimas de un lamentable hecho y digo víctimas porque ellos también se vieron sumamente perjudicados. Creemos que se está haciendo justicia y es una muestra de que las instituciones funcionan con independencia aunque muchas veces la gente no lo crea", afirmó Lathrop.
"Ellos están tranquilos, hay un camino bastante largo, hay un camino civil paralelo que son las acciones que han emprendido los 33 mineros, pero obviamente el hecho de que no haya una resolución judicial en materia penal que establezca responsabilidad de mis representados marca un hito de lo que se pueda decidir respecto a la responsabilidad civil", agregó la abogada.
La resolución de la Fiscalía fue rechazada por todos los sectores: la senadora por Atacama Isabel Allende (PS) dijo que era una decisión "dolorosa" que cuesta entender y el ex ministro Laurence Golborne, rostro del rescate, dijo que le parecía "increíble" y que le indigna.
Muchos recordaron el discurso del Presidente Sebastián Piñera tras el salvamento de los mineros, cuando aseguró que "esto no va a quedar impune. Los que tengan responsabilidad van a tener que asumir su responsabilidad".
Voz de uno de los rescatados
Mario Sepúlveda, uno de los mineros rescatados, dijo que hasta lloró al enterarse de la resolución: "La esperanza mía era que se hiciera justicia y que se metiera presos a los responsables de esto. Es para la risa. Lo más que siento que Kemeny y Alejandro Bohn deben estar celebrando a esta hora. Seguramente que si yo digo algo malo, capacito que con la suerte que tenemos me metan preso por hablar estupideces".
"Siento frustración, pena, en la mañana me puse a llorar. Las cosas así como están es hora de empezar a decir verdades: siquiátricamente y sicológicamente no nos trataron bien. La mayoría de nosotros está muy mal en términos emocionales y donde uno anda está poniendo la cara: 'Chile es lindo, Chile es maravilloso, la justicia en Chile es extraordinaria'. Y mira lo que pasa", sentenció.
