El trabajador de la mina San José perdió una pierna en un accidente laboral el 3 de julio.
Tras esto, "deberían haber clausurado la mina, pero no sucedió", apuntó.
Gino Cortés, el empleado de la compañía Minera San Esteban que el 3 de julio pasado perdió una de sus piernas en un accidente en el yacimiento San José -el mismo en donde se realiza el rescate de 33 trabajadores- lamentó este miércoles, en diálogo con Cooperativa, la falta de ayuda que encontró en las autoridades.
"Si no hubiera pasado lo del derrumbe (del 5 de agosto, cuando "los 33" quedaron sepultados), nadie hubiera sabido de mi accidente, probablemente sólo mis familiares y mis más cercanos", reflexionó Cortés, que recordó que "cuando mis compañeros me iban a ver (tras el accidente) me decían 'Gino, esto es un aviso, algo va a pasar'".
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| Cortés espera obtener una reparación de Alejandro Bohn y Marcelo Kemeny. (Foto: UPI) |
A juicio del trabajador, después de la situación en la que él se vio afectado, "tendrían que haber clausurado la mina, pero no sucedió eso y después vino el derrumbe".
En estos momentos, Cortés subsiste con una pensión de 350 mil pesos e indicó que "para el 5 de noviembre estamos citados por el juez para que eventualmente podamos llegar a un acuerdo. Ojalá podamos, (pero) lo que están ofreciendo ellos (Alejandro Bohn y Marcelo Kemeny, dueños de la mina) es muy poco, demasiado poco".
