Minero Víctor Segovia a un año del rescate: "Mi vida está volviendo a la normalidad"

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Autor: Cooperativa.cl

El jueves se cumple el primer aniversario del éxito de la operación San Lorenzo.

Mientras se trabaja en una película que retratará su historia, los trabajadores buscan reinsertarse en el mundo laboral.

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Un año después del rescate que dio la vuelta al mundo, los 33 trabajadores que estuvieron atrapados 69 días en el fondo de la mina San José, en la Región de Atacama, se esfuerzan por rehacer sus vidas y salir delante de las penurias económicas que no se solucionó la súbita fama que les dio el evento.

A las 00:10 horas del 13 de octubre de 2010 Florencio Avalos emergió a la superficie en la cápsula "Fénix 2" y se convirtió en el primer minero rescatado. Casi veintidós horas después la salida del jefe de turno Luis Urzúa puso fin al mayor operativo de rescate en profundidad que el mundo haya visto, huracán mediático que fue seguido en directo por mil millones de personas en todo el mundo.

Al día de hoy, pasada la vorágine de viajes, homenajes y reconocimientos, los 33 reconocen que sus vidas cambiaron, pero ninguno es millonario, e incluso algunos dicen estar peor que antes del accidente.

"Mi vida está volviendo a la normalidad. No quiero pensar en lo que ya pasó. Lo malo hay que dejarlo atrás", confesó a la Agencia EFE el "minero escritor", Víctor Segovia", quien llevó una detallada bitácora de los sucesos ocurridos en el fondo de la San José durante el cautiverio.

Sobre el dinero, Segovia aseguró que su situación "es muy parecida a la de antes. La poca plata que ganamos se terminó", y él ahora se gana la vida trabajando como chofer.

"No he recibido ninguna ayuda, no tengo seguro de salud ni pensión", relató Pedro Cortés, de 27 años, que tiene una hija y está estudiando gracias a la ayuda de un ciudadano suizo que se conmovió -a través de la prensa-  con su historia.

Darío Segovia, quien bajó por primera vez a una mina cuando tenía ocho años, ahora se dedica a la venta ambulante y se declara "contento", diciendo que le gusta su trabajo y "más adelante" quiere "abrir una frutería".

Para ganarse la vida, otro grupo de mineros -entre ellos Mario Sepúlveda, apodado "Súper Mario" por su extrovertido carácter- se dedica a recorrer el mundo dando charlas motivacionales.

 

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La epopeya de "los 33 de Atacama" fue seguida a través de la televisión por mil millones de personas. (Foto: UPI)

Los casos complejos

Entre los 33 también hay quienes han vivido un infierno personal. Es el caso de Edison Peña, famoso por sus imitaciones de Elvis Presley y por hacer deporte dentro de la mina San José para soportar el encierro.

Peña -que esta semana ingresó en un centro de rehabilitación- relató a El Mercurio que la fama acrecentó sus problemas con las drogas y el alcohol, y que a pesar de que ganó mucho dinero con las entrevistas exclusivas y los derechos de autor, ahora está en la miseria.

Alejandro Pino, médico de la Asociación Chilena de Seguridad, agrega que muchos de los mineros tienen "diagnóstico de desórdenes del sueño; no duermen bien, tienen sueños recurrentes y pesadillas". Muchos, aunque trabajan lo hacen con licencias médicas "discontinuas".

El Gobierno otorgó en agosto una pensión de gracia de 250 mil pesos a los 14 mineros de mayor edad, mientras el productor hollywoodense Mike Medavoy trabaja para llevar a la pantalla grande la historia de "los 33 de Atacama".

La película se basará en un libro del periodista estadounidense y premio Pullitzer Héctor Tobar, elaborado a partir del cuaderno de bitácora de Víctor Segovia.

Los mineros esperan que el desembarco en Hollywood les permita aliviar su situación personal, pero mientras tanto Darío Segovia ofrece una receta infalible para la felicidad: "hay que vivir el día a día y tirar adelante".

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