Mario Antonio Guzmán, periodista destinado a Cuba por Radio Cooperativa, relató su frustrado intento de conocer la situación de la isla caribeña tras la enfermedad que alejó del poder a Fidel Castro.
Sólo hasta la sección de inmigración del aeropuerto "José Martí" alcanzó la incursión del enviado especial de Radio Cooperativa Mario Antonio Guzmán, ya que apenas bajó del avión que lo llevó hasta La Habana conoció, junto a otros colegas, la negativa del gobierno castrista al ingreso de prensa extranjera.
"Bajamos del avión -contó-, llegamos a la zona de inmigración, nos presentamos oficialmente en nuestra ocupación de periodista de este medio, de Radio Cooperativa y de inmediato comenzó a actuar este operativo para terminar en esta pequeña salita al costado de la zona de inmigración, donde se nos informaba de este reembarco".
"En ese instante nos dimos cuenta que no eramos los únicos. Estaba el colega Alvaro Ugaz, de Radioprogramas del Perú, también habían un par de colegas de los diarios estadounidenses Miami Herald, Washington Post y Los Angeles Times y nos dieron a entender que también había un colega de nacionalidad paraguaya".
"A las 14:30 horas recibimos la frase 'usted no puede entrar al país a reportear para Radio Cooperativa. Será reembarcado para Santiago de Chile'", contó Guzmán. "El argumento que tenían es que no tenemos visa para el trabajo periodístico, sino que sólo visa de turista y, por lo tanto, no podíamos desarrollar labores profesionales en La Habana, Cuba", añadió.
Además, detalló que la suerte no lo acompañó, ya que el vuelo panameño que lo había llevado hasta La Habana partía casi de inmediato, impidiendo cualquier atisbo de reporteo aunque fuese dentro de la misma terminal aérea.
"Tuvimos la mala fortuna de que la línea aérea tenía llegada y salida en menos de dos horas en el aeropuerto 'José Martí', por tanto nos vimos devueltos a Panamá y a Santiago, porque desde acá la embajada cubana informó oficialmente que no se iban a entregar este tipo de visa de trabajo periodístico por las razones de Estado", explicó.
Incluso, los periodistas trataron "de negociar una instancia de apelación, porque también tuvimos posibilidad de contactarnos con Santiago vía celular, pero no hubo posibilidad de aquello".
La documentación de todos ellos fue retenida hasta que ya estaba arriba del avión, cuando una funcionaria de Inmigración se la devolvió. Recién arriba del avión pudo conocer de boca de los pasajeros algunas impresiones de turistas que abandonaban la isla.
Un turista, que sólo se identificó como "Samuel", fue claro en señalar que no vio "ningún movimiento fuera de lo común". (Cooperativa.cl)
