Dos mujeres de nacionalidad siria quedaron atrapadas por más de 48 horas en el Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez al no contar con una visa de entrada.
Se trata de Laila Yazbek de 62 años y su hija Nessrin Kossa de 37, quienes llegaron a Chile en diciembre del año pasado alojándose con su otra hija que vive en Frutillar, Región de Los Lagos.
El problema comenzó cuando ambas mujeres viajaron hacia Venezuela el fin de semana pasado con el fin de visitar al hijo de Yazbek a quien no veía hace 20 años. Sin embargo, solo contaban con una visa simple y no las dejaron ingresar.
"Nos dijeron que la misma visa nos sirve para Venezuela, a mi hijo hace 20 años que no lo veo, lo único que quiero es verlo. Estaba que me daba un infarto en Venezuela y ahora acá en Chile, solamente quiero ir a verlo", explicó Yazbek.
Al no poder ingresar a Venezuela regresan a nuestro país en donde les comunican que no pueden salir de las dependencias del aeropuerto.
"Les dijeron 'ustedes no tienen visa, no pueden ingresar' así que fueron deportadas a Chile. Llegaron a Santiago entre las tres o cuatro de la mañana, llamamos a mi cuñada y lo único que nos dijo fue 'llegamos a Chile, salimos de la manga. Nos trataron como a unos perros y como delincuentes. Estoy en una oficina con mi mamá encerrada' le decía a mi señora", aseveró Sebastián Acuña, yerno de la mayor de las mujeres.
La familia se comunicó con la Embajada de Siria, la que junto con el director de la Sociedad Beneficiaria de Sirios en Chile, Adolfo Numi, gestionaron un permiso especial para que ambas mujeres salieran de la zona de tránsito.
"Ellas se encontraron en un limbo jurídico, en la zona de tránsito sin poder ingresar a Chile y con riesgo de ser deportadas a Siria, lo que no era posible según nuestra opinión porque es un país en guerra", indicó Numi.
Junto con eso, Numi señaló que "luego supimos que podían ser deportadas o enviadas a un país que no requiriese visa, que era Ecuador. Lo que también generaba un problema, porque Ecuador al igual que Venezuela podía negarle la entrada y nuevamente ellas iban a volver a Chile.
Finalmente, tras la tramitación la Cancillería chilena les otorgó una autorización de ingreso por consideración humanitaria.
