El Gobierno de Michelle Bachelet dio a conocer el pasado 31 de enero su proyecto para despenalizar la interrupción voluntaria del embarazo en tres causales, iniciativa que ayer dio su primer gran paso en el Congreso, luego de que la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados aprobara -en votación dividida- la idea de legislar.
Si bien las encuestas muestran un apoyo ciudadano por sobre el 70 por ciento para los tres casos críticos: riesgo de vida de la madre, inviabilidad del feto para sobrevivir extrauterinamente y embarazo por violación, dentro de los parlamentarios -especialmente quienes pertenecen a la Nueva Mayoría y apoyan la iniciativa- ha sido la última causal la que ha concentrado las principales discusiones y objeciones.
En este contexto la médico gineco obstetra Andrea Huneeus concurrió a la Comisión para aportar al debate desde el punto de vista estadístico, trazando el perfil de las mujeres que resultan embarazadas tras una violación en Chile.
"Las más vulnerables"
Este miércoles, en conversación con Lo Que Queda del Día de Cooperativa, la experta explicó que el 66 por ciento de las chilenas embarazadas producto de una violación son menores de 18 años, mientras que el 12 por ciento tiene menos de 14 años y el 7 por ciento menos de 12 años.
"Las embarazadas por violación son principalmente niñitas muy vulnerables, principalmente violadas por familiares o conocidos. El 90 por ciento de los violadores en estos casos son familiares o conocidos, y en el 44 por ciento de los casos son violaciones repetidas", resaltó Huneeus.
Ante este tipo de casos "estamos viendo una niñita muy chica que sufre de un abuso crónico en su casa, que no es capaz de hablar... De verdad que son las mujercitas más vulnerables de nuestra sociedad las víctimas y sobrevivientes de un embarazo por violación", explicó.
En dicho sentido y dada la legislación actual, muchas mujeres podrían preferir realizarse abortos inseguros, con el consiguiente riesgo para su propia vida, acotó la profesional.
"Si una embarazada violada busca hacerse un aborto en un país como el nuestro, en el cual la legislación es restrictiva, su única opción es hacerse un aborto inseguro, y un aborto inseguro es 34 veces más mortal que un aborto seguro. Es realmente muy peligroso dejar esto al aborto inseguro", manifestó, destacando que "el aborto seguro es mucho más seguro: entre 10 a cinco veces, dependiendo de la edad gestacional".
"Que las víctimas decidan"
Por todo lo anterior, Andrea Huneeus justificó su postura a favor del proyecto de ley del Gobierno, para dar la opción a las mismas víctimas de elegir si continuar o no con el embarazo.
"Estoy a favor de que la mujer que está en esta situación, que las víctimas decidan qué es lo mejor para ellas y que tengan la libertad para decidir. Creo que nadie tiene la capacidad ni el derecho de decirle qué hacer con ese embarazo a una víctima o sobreviviente de un delito sexual; ella tiene que decidir", añadió.
Un factor adicional a considerar son los problemas sociales y sicológicos que puede padecer una mujer embarazada violada: "Todos los riesgos que ella corre, los riesgos psicosociales, los riesgos depresivos, los riesgos de salud, las embarazadas violadas tienen más partos prematuros, tienen embarazos de alto riesgo por múltiples razones", indicó.
A su vez, también existen "riesgos de salud de esos niños, riesgos genéticos, riesgos de abandono".
Los pequeños que nacen producto de una violación "son principalmente niños institucionalizados, que están en hogares de niños, porque son abandonados, sufren violencia intrafamiliar", aseveró.
