Ignacio, de seis años, despertó del coma y ya quiere irse a casa.
El pequeño Ignacio quiere irse a casa, señalan desde el Sanatorio Alemán.
Una positiva evolución ha tenido Ignacio Torres Pérez, el pequeño de seis años que el fin de semana fue prioridad nacional de trasplante de hígado y que para evitar su muerte, el padre donó el 40 por ciento del suyo.
El organismo del menor no ha rechazado el nuevo órgano y a 72 horas de la operación despertó del coma, respira por sí solo y ya quiere irse a casa, dijo Franco Innocenti, jefe de la unidad de trasplante del Sanatorio Alemán de Concepción.
"La condición actual es favorable respecto de ayer, ayer pudimos independizarlo del respirador mecánico, está despierto, respirando solito, ya está comiendo un poquitito, está siendo asistido nutricionalmente de otras formas, pero está comiendo. Está con ganas de irse a su casa, está muy conectado con el medio y del punto de vista de la función de todos sus otros órganos ha evolucionado en la dirección correcta", dijo el galeno.
"El hígado todavía se está acostumbrando a la nueva situación, está progresando en forma lenta, pero en la dirección que queremos", añadió Innocenti.
De igual manera su estado será de cuidado por lo menos en un plazo de tres meses, donde debe ser chequeado constantemente en caso que se presente algo inesperado.
