Abogado acusó "irresponsabilidad" de constructores de edificios en Concepción

El colapso del Alto Río se convirtió en un símbolo del terremoto. (Foto: UPI)

El abogado Fernando Saenger, que representa a unos 50 habitantes del colapsado edificio Alto Río, en Concepción, criticó la "irresponsabilidad" del mundo del diseño y construcción que a su juicio quedó al descubierto tras el último terremoto.

En conversación con Lo Que Queda del Día, Saenger aludió a la "publicidad fantástica" de cada edificio" que impulsa a comprar y no estudiar" lo que se adquiere, así como la facilidad para obtener créditos hipotecarios.

"Nuestra generación nueva es light, es yuppie, hace las cosas a medias, (con) la chapucería típica del chileno, no la del alemán u otras nacionalidades que tienen una conciencia muy clara de cómo se deben hacer las cosas", recalcó.

Para el abogado, "todo esto es un conjunto de factores, pero la irresponsabilidad está en los que construyen, que diseñan, que han hecho edificios sabiendo que Concepción es sísmico; hay una cadena de irresponsabilidades".

"Hay muchos edificios y construcciones más bajas que se ejecutaron en la época de 1940, después del famoso terremoto del 39 (...) y estos edificios en pleno centro de Concepción quedó perfectamente bien, sin ninguna fisura", sostuvo.

Según Saenger, sin tecnología se hicieron buenos edificios que no han caído después de dos terremotos, "y con internet, con todos los computadores, con toda la ciencia de ingeniería, mire como caen".

Saenger señaló que la querella apunta a quienes resulten responsables del colapso del edificio, junto con insistir en que los dueños de la inmobiliaria Rio Huequén y la constructora Socovil intentaron dejarla sin patrimonio para evitar pagar indemnizaciones.

Según relató, "tuvimos información que se estaban haciendo movimientos de tipo patrimonial en Chillán" y tras ir a revisar, "nos encontramos con la tremenda sorpresa que se habían hecho una serie de escrituras el 6 de marzo" donde se constituía una nueva inmobiliaria de nombre Monte Verde, al que se le aportaba un terreno de pertenencia a las cuestionadas empresas

Además, se constituía otra sociedad que aportaba una propiedad de la constructora en Concepción y 180 millones de pesos, "y se dejaba sin esos patrimonios a la sociedad constructora antigua y a la inmobiliaria, con el objetivo, sin duda, que quedaran sin patrimonio para poder responder en eventuales indemnizaciones civiles".