Los 15 aparatos fueron colocados a 5.000 metros de profundidad entre Arica y Tocopilla.
Podrán realizar imágenes tridimensionales del subsuelo marino.
Los 15 sismógrafos comenzaron a recoger datos de manera inmediata.
Como todo un éxito fue calificada por los expertos la instalación de 15 sismógrafos en la costa entre Arica y Tocopilla, con una distancia promedio de 20 a 30 kilómetros entre sí, los que servirán para registrar la mayor cantidad de datos posibles del fondo marino de las zonas de ruptura de los últimos terremotos ocurridos en la zona.
Los aparatos fueron instalados a 5 mil metros de profundidad por expertos del Departamento de Geofísica de la Universidad de Chile, con la colaboración de profesionales de Instituto de Kiel de Alemania y la Armada de Chile, los cuales incluso podrán aportar imágenes tridimensionales del subsuelo marino que serán de gran aporte para la ciencia ligada al estudio sismológico en el país.
"Agradecemos la labor de la Armada en la instalación de los sismógrafos, ya que hizo el trabajo más rápido de lo presupuestado inicialmente. La grúa y los ganchos usados fueron vitales en la precisión para sumergir las maquinas", dijo Eduardo Contreras, profesor del Departamento de Geofísica de la Universidad de Chile.
A través del buque Patrullero Oceánico "Comandante Toro", la Armada fue la encargada de trasladar los equipos, el personal técnico, y apoyar en las maniobras de fondeo para dejar operativos los sismógrafos marinos.
La actividad se desarrolló durante tres días y consideró la instalación de cuatro a cinco instrumentos por día, los que permanecerán un año en el fondo del mar y que comenzaron a registrar información de manera inmediata.
Los instrumentos proveerán datos muy relevantes para el Centro Sismológico Nacional (CSN), frente a las costas de Chile.
