Según Erika Rosenberg, el documento "tiene que ir al museo".
La argentina pagó de su bolsillo a un bufete de abogados de Nueva York para detener la venta.
La heredera de una pieza original de la histórica "Lista de Schindler", Erika Rosenberg, con los nombres de 801 hombres judíos a rescatar de una muerte segura a manos de los nazis aseguró que "una documentación tan importante tiene que ir al museo y no ser subastada en millones de dólares".
La periodista argentina, heredera de Emilie Schindler, no se rinde pese a ya haber sufrido un revés judicial. y está decidida a frenar el remate en Estados Unidos de la lista con la que Schindler y su esposa salvaron a más de 1.200 judíos del campo de concentración de Brünnlitz que trabajaban en su fábrica.
"Ellos querían que la documentación fuera legada a los museos. Que ahora termine colgada de la pared de un millonario me daría mucha indignación, cuando los Schindler murieron en la miseria", sostiene Rosenberg en una entrevista en Buenos Aires.
El coleccionista de Nueva York Gary J. Zimet ofrece en su página de Internet "la única Lista de Schindler a la venta". Por ella pide tres millones de dólares y la venderá al primer postor.
"Imposible imaginar una reliquia de la Segunda Guerra Mundial más movilizadora e histórica", promueve Zimet sobre las 14 páginas escritas a máquina el 18 de abril de 1945. Faltan, sin embargo, las cinco páginas con los 297 nombres de mujeres también rescatadas.
Rosenberg pagó de su bolsillo a un bufete de abogados de Nueva York y presentó una demanda legal en Estados Unidos para frenar la venta, pero fue rechazada por un juez norteamericano. No cuenta ahora con más fondos para apelar la sentencia.
Existen varios originales de la Lista de Schindler, dos de ellos están en el museo israelí Yad Vashem, Autoridad para el Recuerdo de los Mártires y Héroes del Holocausto, y un tercero en el Museo del Holocausto de Washington.
