El premier nipón "hiere repetidamente los sentimientos del pueblo chino y sus actos le han desacreditado tanto en la comunidad internacional como entre el pueblo japonés", dijo Pekín.
El ministro de Relaciones Exteriores chino, Li Zhaoxing, manifestó su "enorme indignación" por la última visita del primer ministro nipón, Junichiro Koizumi, al santuario de Yasukuni, por lo que llamó a consultas al embajador japonés en Pekín, informó la agencia oficial Xinhua.
La protesta del canciller chino, disponible en el sitio web de la repartición, critica que la acción de Koizumi "reta a la justicia internacional y pisotea la conciencia de la humanidad".
Según Li, estas visitas al santuario, donde se honra a 14 criminales de la Segunda Guerra Mundial, se llevan a cabo "a pesar de la preocupación y oposición de la comunidad internacional, los países asiáticos vecinos y el pueblo japonés".
"Koizumi hiere repetidamente los sentimientos del pueblo chino y sus actos le han desacreditado tanto en la comunidad internacional como entre el pueblo japonés", criticó el ministro, quien advirtió que esta nueva provocación "daña las bases políticas de las relaciones chino-japonesas", sentenció la nota.
Además, Li llamó a consultas al embajador japonés en Pekín, Miyamoto Yuji, para expresarle su descontento y condena por la visita, la sexta que el primer ministro nipón hace al santuario desde que asumió el poder en abril de 2001.
Asimismo, un grupo de unas 30 personas se congrego en las puertas de la embajada de Japón para protestar por la acción de Koizumi, aunque la manifestación sólo duró 20 minutos.
China condicionó recientemente la reanudación de los contactos a nivel ministerial entre Pekín y Tokio a que hubiera nuevas posibles visitas a Yasukuni, por lo que se desconoce si los últimos avances entre ambos países serán dañados por los eventos de este martes.
El julio pasado, los dos gobiernos habían alcanzado un principio de acuerdo para celebrar este agosto una reunión de los ministros de Relaciones Exteriores nipón, Taro Aso, y chino en Pekín. (EFE)
