Falleció estadounidense que llegó a millonario acuerdo con la Iglesia Católica por haber sido víctima de abusos de parte de John Geoghan.
Patrick McSorley, una de las víctimas y principal activista para que la Justicia investigara las denuncias por abuso sexual en contra del sacerdote católico John Geoghan -quien fue asesinado mientras cumplía condena en la cárcel-, fue hallado muerto en una zona céntrica de Boston, Massachusetts, Estados Unidos.
El abogado Mitchell Garabedian, que representó a McSorley, de 29 años, y a otras docenas de personas que dijeron haber sido víctimas de Geoghan, confirmó a los periodistas que el cadáver de su cliente fue encontrado en un apartamento del centro de Boston, pero declinó formular comentarios sobre la causa del fallecimiento.
McSorley había recibido parte de los 10 millones de dólares que en 2002 pagó la arquidiócesis a 88 demandantes como parte de un acuerdo en una demanda colectiva por abuso sexual en menores de edad atribuido a Geoghan.
A mediados de 2003, McSorley escapó de morir ahogado en un río de Boston, y poco después fue arrestado bajo cargos vinculados con drogas en un suburbio de la ciudad.
Con frecuencia el fallecido aparecía en conferencias de prensa criticando a la jerarquía católica de Boston por mantener en su jurisdicción a curas acusados de abuso sexual, tal como fue el caso de Geoghan, en lugar de suspenderlos de puestos en los que tenían contacto con niños.
Geoghan murió en agosto pasado a causa de las heridas que le infligió otro recluso en una cárcel de Boston, donde cumplía una condena de 10 años de prisión por abusos sexuales.
A principios de 2002, cuando más de 130 personas presentaron una demanda civil colectiva en su contra tras afirmar que habían sido abusados sexualmente por éste cuando eran niños durante las tres décadas que el cura sirvió en parroquias del área de Boston. (EFE)
