Madre de niño con autismo y su experiencia con el método Kalcker

Carolina Ortiz es diseñadora gráfica y madre de dos niños. Ian, el mayor, de 10 años, padece un trastorno del espectro autista y luego de tratar con los protocolos más tradicionales, Carolina siguió investigando, hasta que llegó al método Kalcker, sistema que aseguró le cambió la vida.

En Una Nueva Mañana en Cooperativa, Carolina contó que su hijo fue normal hasta los dos años y que luego enfrentó una regresión que lo llevó a perder el lenguaje, el enfoque y tener conductas más decidoras como caminar de puntillas o aletear.

"Él nunca fue agresivo, ni autoagresivo entonces nunca lo medicamos" explicó Carolina Ortiz. "Partimos por los típicos protocolos más naturales y el protocolo que se llama Dan, que tiene que ver con una dieta y vitaminizar a los niños porque ven faltas de suplementos. Y pasó que Ian empezó a deteriorarse, realmente, se desnutrió" dijo.

Buscando otros caminos, casi por casualidad, Carolina descubrió que Ian tenía parásitos. A partir de ese hecho, dio luego con un tratamiento que se está aplicando a niños con trastornos autistas y que fue creado por el bioquímico alemán Andreas Kalcker.

"Encontré este protocolo que lleva tres años y que plantea que el autismo es una parasitosis junto con intoxicación de metales pesados. Hace una diferencia entre niños autistas y niños con autismo. Así, en el fondo, el niño autista sería el "Rain Man", el de la película, y sería uno cada 150 mil" explicó Ortiz.

"La neurología no plantea esa diferencia hoy en día y el autismo ha aumentado en los últimos diez años en un 78 por ciento" comentó. "Los neurólogos plantean que es genético" agregó la mujer. Aunque valoró que para este tipo de casos siempre es necesario un tratamiento multidisciplinario y no uno excluyente.

El protocolo Kalcker, que comienza con una base similar a la que postula el método Dan, respecto a una dieta especial, no considera la vitaminización. En una segunda etapa contempla el uso de clorito de sodio y luego un tratamiento desparasitante. Una rutina que, según Carolina Ortiz, debe repetirse todos los meses e implica un costo que bordea los 50 mil pesos, muy lejos de los 500 mil que dijo, cuesta el método Dan.

De acuerdo a su experiencia, una parte importante de los niños con autismo tiene parásitos. Y aunque Carolina explicó que estos trastornos se generarían por transmisión fetal, aclaró que la alimentación actual y la ingesta de fármacos y químicos a los que nos vemos expuestos hoy en día, potencian estos problemas.

Los niños autistas no se ven

Para Carolina Ortiz, la experiencia con su hijo se trasformó además en una bandera de lucha en la que se sumó a otros padres. Junto a unas diez familias en el país decidió poner práctica el método Kalcker porque según destacó, "hay 137 niños recuperados con este protocolo en el mundo".

La realidad de los niños autistas o con autismo, insistió Carolina, ya no pertenece al rango de las "enfermedades poco frecuentes". El punto, destacó, es que "los niños autistas después de los cinco años están en las casas, no se ven".

Es por eso que ahora, la también creadora y directora de la fundación de desarrollo "Luz Dorada", está tan entusiasmada con la visita al país del bioquímico alemán Andreas Kalcker. El médico dictará una conferencia el próximo 27 de septiembre en Casa Piedra, a fin de dar a conocer de manera masiva y detallada este nuevo tratamiento. Un protocolo que, de acuerdo a su experiencia, ha ayudado a su pequeño Ian.

"Estoy viendo a mi hijo volver, estoy viendo a mi hijo sano. Lo primero que se le acabó fue su desnutrición, ya no tiene anemia, ya no tiene prácticamente estereotipa, duerme toda la noche, está empezando a hablar" explicó Carolina.

La madre enfatizó que otros de los logros importantes del niño, y de los más decidores, dan cuenta de su relación con el mundo. "Está empezando a jugar conmigo, con su hermano. Se ríe, tiene sonrisa, que no es una sonrisa producto de la cándida que se ríen como borrachitos, sino que es una sonrisa que es efectiva en un espacio de sociabilización. Ya no se arranca de la gente, ya no se esconde solamente en su pieza. Está con ganas de jugar, de salir al patio. Para mí eso ya es increíble para mi hijo" finalizó.