Más de 180 personas, entre familiares y seguidores, lo visitaron en su celda en un solo día.
El presidente Alan García pidió "prudencia" en el uso de los reglamentos de prisión.
El ex presidente peruano Alberto Fujimori, sentenciado a 25 años de prisión por crímenes de lesa humanidad, desde hace tres meses recibe en su celda la visita de cientos de seguidores supuestamente para ser adoctrinados, lo que dejó al descubierto sus privilegios carcelarios.
Tras la denuncia, publicada por la revista Caretas, el mandatario Alan García anunció este viernes que se darán las instrucciones para que se aplique "con más prudencia" el régimen carcelario de Fujimori.
El presidente consideró que Fujimori puede recibir a familiares, amigos y a legisladores, pero añadió "que eso se convierta en una manifestación o, como dicen, adoctrinamiento, sería un exceso".
"Creo que hay que limitar eso para que no se caiga en exageraciones", manifestó el jefe de Estado, al recordar que los comicios regionales y locales se celebran este año y los presidenciales el próximo.
Sin embargo, la legisladora Keiko Fujimori, hija del ex mandatario, negó que el centro reclusión de su padre se esté utilizando como centro de "adoctrinamiento", como señaló la publicación.
"Son simplemente personas, en muchos casos personas humildes, que van a visitar a mi padre, a brindarle muestras de cariño, de apoyo, de solidaridad", dijo Keiko, líder de la alianza política Fuerza 2011.
Los escándalos sobre estos aparentes privilegios se iniciaron desde que en 2008 se flexibilizó el régimen penitenciario de Fujimori, de restringido a simple, permitiéndole visitas de amigos y familiares tres veces por semana durante ocho horas, sin límite en el número de visitantes.
El área de reclusión de Fujimori, de más de 400 metros cuadrados, que incluye un apartamento y un patio, se convirtió desde esa fecha en una sala frecuentada por simpatizantes, políticos, cantantes y hasta adivinas.
La polémica llegó a tal punto que el jefe del Instituto Nacional Penitenciario, Rubén Rodríguez Rabanal, puso este viernes su cargo a disposición luego que admitiera que en un solo día el Fujimori llegó a recibir hasta 180 visitas.
