Un decreto prohíbe el ingreso de vehículos de segunda mano con más de cinco años.
La mayor parte de las compras se realizaban desde Chile.
Los importadores de vehículos usados de Bolivia, afectados por el veto impuesto a su negocio, protestaron este viernes semidesnudos por segundo día consecutivo en el centro de La Paz, para exigir al presidente Evo Morales flexibilidad en esa medida.
Unas 200 personas marcharon con el dorso desnudo o sin pantalones por el centro paceño para pedir a Morales, a quien muchos llamaron "hermano", que los reciba para hablar de la normativa que afecta a "los ingresos con los que viven muchas familias".
El dirigente del sector Dagoberto Rodríguez señaló que el Ejecutivo les está "cortando las manos" con el decreto que prohíbe el negocio de la importación de vehículos de segunda mano con más de cinco años, principalmente desde Chile, y del que viven unas 15.000 familias.
Rodríguez lamentó que el Gobierno no les haya recibido aún y anunció que continuarán con las protestas hasta que sean atendidas sus demandas.
Los manifestantes bloquearon durante varias horas el tránsito en el centro de La Paz, algunos de ellos avanzaron de rodillas durante la marcha y una mujer se desmayó.
En el Ejecutivo, el ministro de Gobierno (Interior), Alfredo Rada, insistió en que no se modificará el decreto que prohíbe importar coches usados de más de cinco años y todos los vehículos ligeros impulsados por diesel y gas licuado de petróleo.
La normativa de prohibición justifica la medida porque el aumento de la importación de vehículos viejos ha generado "una mayor demanda de combustibles, riesgo para la salud y seguridad de la población por efecto de la emisión de gases que afectan la capa de ozono".
