Estela Ortiz cuestionó que defina los beneficios para condenados por el crimen de su marido.
No era "el portero" de la Dicomcar, recalcó.
Estela Ortiz, viuda de José Manuel Parada, uno de los tres militantes comunistas degollados el 29 de marzo de 1985, estimó como un retroceso la designación de Iván Andrusco como director de Gendarmería, quien trabajó en la Dirección de Comunicaciones de Carabineros (Dicomcar) cuando se cometió el crimen de su marido.
"Este país no se merece verse enfrentado a esta situación de retroceso: lo encontramos serio, grave. ¿Qué hay detrás de esto, es llegar a la impunidad nuevamente?", se preguntó Ortiz en El Diario de Cooperativa.
Para Ortiz, la designación de Andrusco es "lamentable, una vergüenza, un retroceso porque él no era simplemente el portero o algo así de la Dicomcar: él era muy cercano a los responsables de Dicomcar" y según recalcó, participó en el grupo de encubrimiento del crimen de su esposo.
A juicio de Ortiz, su designación no puede mantenerse además porque Andruco "fue compañero de quienes hoy día están detenidos en Punta Peuco por el asesinato de José Manuel, Manuel (Guerrero) y Santiago (Nattino), y él tiene que dar el certificado para que ellos tengan beneficios carcelarios".
Ortiz reconoció que Andrusco no ha sido procesado por estos casos, pero advirtió que "muchos de estos procesos no pudieron seguir más allá" y se determinaron los responsables "del secuestro hacia delante, pero los autores intelectuales nunca los hemos tocado".
Por ello, "la sociedad chilena no puede aceptar que un general de Carabineros o que una persona que participó activamente en un organismo represivo, en este caso la Dicomcar (...) no puede ocupar cargos de responsabilidad".
