Gritos desde el sector de galería alertaron insistentemente sobre el percance.
Unas 3.500 personas asistieron a un espectáculo cargado de complicidades.
Por espacio de 10 minutos se vio interrumpido el show que desarrollaba en Santiago Joan Manuel Serrat, debido a un poblema de salud que aquejó a una fan que sufrió una descompensación diabética.
Exactamente ese fue el tiempo en que la seguidora fue ayudada por personal de la producción a bajar desde la última fila del sector de galería.
Fue el propio Serrat quien reaccionó a insistentes gritos que se dejaban caer, y tras dejar de cantar prestó oídos a los llamados de auxilio de la gente que se encontraba junto a la mujer, y exigió que prendieran las luces del Teatro Caupolicán.
Ya preocupado y al advertir que se trataba de un inconveniente no menor, pidió que dejaran de apuntar con el "seguidor" a la zona donde estaba la afectada, pero al no ser complacido su tono fue enérgico y su petición fue acatada sin mayor demora
Luego de algunos minutos el cantante se retiró del escenario y sólo regresó cuando el inconveniente ya estaba subsanado, retomando su presentación, que comenzó con una sección dedicada al fallecido poeta Miguel Hernández, en el centenario de su nacimiento.
Posteriomente vino una parte donde interpretó éxitos de su carrera y donde logró gran complicidad con el público presente en el recital que culminó con un Serrat dichoso y agradecido del público presente.
