No causó delirio, pero sí conquistó al público de la Quinta Vergara.
El catalán homenajeó a Chile con una canción de Víctor Jara.
El paso de Joan Manuel Serrat por el Festival de Viña 2009 fue tal como el propio catalán pudo pensar, sólido pero tranquilo, sin sobresaltos y con el mejor premio que puede esperar un artista, un aplauso generoso, sin estridencias.
Es que contra un público mayoritariamente seguidor de la música pop más actual -La Noche y Camila-, nadie podía pensar en delirio por el cantautor, quien repasó sus mejores canciones de, como dijo él mismo, varios lustros.
Y es porque a pesar de "Mediterráneo", "Penélope" o "Cantares", algunas pifias bajaron de la galería cuando Serrat conversaba con el público, la ansiedad por el romanticismo más actual era evidente.
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| Joan Manuel Serrat y su elegancia musical. (Foto: UPI) |
No obstante, Serrat puso sobre la Quinta su experiencia y, sobre todo, su calidad, pero también su humildad, esa gran cualidad de ser un hombre normal y agradecido, como probó con "El cigarrito", un homenaje a los Víctor Jara, Patricio Manns, Quilapayún, Violeta Parra y otros que, desde Chile, engrandecen la música mundial.
Al final, sonó a poco premio sólo una Antorcha de Plata, pero es claro que los trofeos en Viña no son el mejor indicador de calidad, mas sí de popularidad.
