Medida se adoptó luego que la oposición no lograra tramitar un proyecto en el Congreso.Productores buscan una rebaja de los impuestos a las exportaciones de granos.
Productores agropecuarios de Argentina comenzaron a bloquear varias carreteras del país después de que las principales fuerzas políticas de la oposición fracasaran en llevar al Parlamento el debate de una ley de reducción de los impuestos a la exportación de granos.
Los "piquetes" están establecidos en carreteras de las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos, Córdoba, La Pampa y Santa Fe, los distritos agrícolas y ganaderos más importantes del país, indicaron dirigentes rurales.
Los productores retomaron las protestas después de que la oposición no lograra reunir los 129 legisladores necesarios para instalar el debate en la Cámara de Diputados, en la que el mayoritario grupo del peronista Frente para la Victoria de la presidenta Cristina Fernández se negó a dar el quórum.
Líderes de las organizaciones agropecuarias, que en conjunto reúnen a unos 290.000 productores de todo tipo, acusaron a la Casa Rosada de evitar el "debate democrático" de este asunto, aunque destacaron el hecho de que la oposición discutiera en minoría una iniciativa para bajar las retenciones.
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| La presidenta Fernández podría enfrentar nuevas protestas del agro. (Foto: EFE) |
Sin poder instalar el debate parlamentario, unos 110 diputados de la Unión Cívica Radical (UCR), la Coalición Cívica, conservadores, socialistas y peronistas disidentes expusieron su propuesta de eliminar o reducir, según los casos, el impuesto a la exportación de soja, maíz, girasol y trigo, los principales productos agrícolas de Argentina, uno de los grandes proveedores globales de alimentos.
La propuesta opositora, aceptada con reparos por algunos sectores del campo, excluye de los impuestos a los productores que no superan las 1.000 toneladas de esos granos y para el resto fija una alícuota de 27 por ciento con la posibilidad de que una comisión parlamentaria establezca otros niveles impositivos.
El gobierno sostiene que la presión habría sido menor si se hubiera mantenido el sistema de impuestos móviles sobre la base a los precios internacionales de los granos que el Senado rechazó a mediados de 2008, tras meses de conflicto y desabastecimiento.
