Una especie de consenso parece darse en la población, que no espera grandes cambios, aunque mira con expectación la asamblea del domingo que definirá al nuevo líder de la isla.
Una situación de relativa tranquilidad, pese a la sorpresa que causó la noticia, se vive en Cuba "el día después" de que Fidel Castro anunciara su renuncia a la Presidencia y a la Comandancia en Jefe del Ejército, debido a la incapacidad física en que lo ha dejado su larga enfermedad.
Confiados en la fuerza de la revolución, o escépticos respecto a los verdaderos alcances de la nueva situación se manifiestan, respectivamente, los partidarios y detractores del líder que por casi medio siglo guió los destinos de Cuba.
"El pueblo está muy seguro del proyecto que quiere construir. Yo creo que todo seguirá igual", manifestó una mujer, en las calles de La Habana.
"Aquí en Cuba seguimos a Fidel aunque no seamos comunistas. Nosotros pensamos que Raúl puede asumir el cargo, pero siempre miramos a Fidel como a un padre", afirmó otro ciudadano.
El nuevo e histórico "estatus" de la isla es mirado con expectación por el mundo y en especial por los propios cubanos, que están a la espera de la asamblea del domingo, que definirá al sucesor de Fidel, siendo el que se menciona como el más probable su hermano, Raúl Castro.
"La gente tiene un poco de temor ante lo desconocido, pero yo pienso que no hay una crisis. Yo veo la situación bastante calmada", dijo en conversación con Radio Cooperativa Frank Palacios, hijo de Héctor Palacios, uno de los acérrimos opositores al régimen, quien en 2006 fue excarcelado, por motivos de salud, de su condena de 25 años por "atentar" contra la revolución, después de pasar tres años preso.
Frank Palacios contó que "todo el mundo habla del tema en la calle. En el órgano oficial de Cuba, que es el periódico Granma, hubo una explicación escrita y todo el mundo la lee, la comenta por la calle. O sea, se está hablando del tema sin ningún temor", afirmó.
Oswaldo Payá, reconocido disidente, se refirió también a la situación del país, pero en el ámbito económico, afirmando que no espera grandes cambios, debido a que el sistema es estructural.
"Creo que eso no va a ser un factor que pueda cambiar mucho la realidad económica del país, que depende de la administración de las reglas establecidas. Y no creo que eso vaya a cambiar porque se coloque una figura u otra", dijo.
Por su parte, y en conversación con la cadena BBC, Mariela Castro, hija de Raúl, habló de su tío y del respeto de la gente de la isla por su máximo referente.
"Cuando un líder de la grandeza de Fidel, de la presencia tan importante en la historia de Cuba como la suya, se enferma, la sociedad cubana está mucho mas atenta a cómo seguir sobreviviendo y enriqueciéndose como cultura frente a los cambios tan importantes que se viven", dijo.
"Eso yo percibo que está sucediendo cuidadosa y respetuosamente, y quisiéramos que fuese lo mas inteligentemente posible en beneficio de todos, y de las conquistas de esta nación", dijo la hija del eventual nuevo líder supremo de la isla. (Cooperativa.cl)
