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Agoniza hombre que se quemó a lo bonzo frente a La Moneda

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Autor: Cooperativa.cl

Con nulas posibilidades de sobreviviencia se encuentra internado en la Posta Central Eduardo Segundo Miño Pérez, de 51 años, quien se quemó a lo bonzo en la Plaza de la Constitución frente al Palacio de la Moneda, tras inferirse una herida con un cuchillo en el abdomen. Miño, antes de quemarse a lo bonzo, entregó a los transeúntes una carta donde explicaba que era militante del Partido Comunista y miembro de la Asociación Chilena de Víctimas del Asbesto.

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El director de la Posta Central, Leonardo Ristori, indicó que Miño se encuentra internado en la unidad de quemados del centro asistencial, aunque sostuvo que las posibilidades de sobrevivencia del sujeto son prácticamente nulas. "Casi no se puede hablar de estado de salud, el paciente está con quemaduras que son incompatibles con la sobrevida, además de eso tiene una herida penetrante abdominal", relató. Ristori explicó que Miño llegó hasta el centro asistencial "con el cuchillo puesto, tuvimos que sacarlo acá". Cerca de una veintena de personas llegó hasta al posta, entre ellos dirigentes del Partido Comunista. Los hechos Poco antes del mediodía, en la Plaza de la Constitución, Eduardo Miño se prendió fuego tras inferirse una herida con un cuchillo en el abdomen durante un acto organizado por la Comisión Nacional del SIDA (Conasida), presidido por la ministra Michelle Bachelet. Inmediatamente fue asistido por Carabineros, quienes intentaron apagar el fuego con frazadas mojadas y extintores. Miño conversó con una enfermera presente en el acto del Conasida, y que lo asistió, a quien le contó que tenía tres hijos y vivía en Maipú. Casi 15 minutos estuvo Miño sobre el suelo de la Plaza de la Contitución donde intentó ponerse de pie un par de veces, pero Carabineros no lo dejó mientras no llegara la ambulancia y lo trasladara a la Posta Central. La situación se tornó confusa en un inicio en la Plaza de la Constitución, ya que paralelamente al acto del Conasida, en el que no participaba Miño, se realizaba una manifestación de trabajadores pesqueros, quienes sindicaron a la víctima como un compañero del grupo y que su inmolación era para representar el malestar de su sector.

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