En Cooperativa, el representante de CS lo atribuyó al "afán hegemónico y excluyente de la mayoría circunstancial" de la derecha.
A la vez, estimó que el retiro de enmiendas conflictivas no es un gesto: "En el mejor de los casos corrige un error".
"Esta semana va a ser crítica para establecer si eso va a ser así o no", advirtió el consejero.
El consejero constitucional Yerko Ljubetic (Convergencia Social) apuntó que hasta la fecha, el desempeño del órgano que integra arriesga hacer fracasar este segundo proceso en el plebiscito de salida de diciembre.
Consultado en El Diario de Cooperativa sobre la posibilidad de un triunfo del rechazo, indicó que "es lo más probable, considerando que el desarrollo de este consejo ha estado marcado por un cierto afán hegemónico y excluyente de la mayoría circunstancial que lo conduce".
Al cumplirse un año desde que se cayó la propuesta de la Convención Constitucional, observó que en ese entonces, "una de las razones que quienes impulsaron el rechazo daban era que, a juicio de ellos, estaba hecha desde y para una mirada del país".
"Se acusó a esa propuesta de ser poco representativa, identitaria, y un conjunto de cuestiones que creo que son aplicables -y con mayor razón aún- a lo que ocurre hoy en el Consejo, y a la actitud que está teniendo particularmente la mayoría republicana: está generando, a este paso, una propuesta que sólo representa a un sector, que es excluyente, que impone un punto de vista, y por lo tanto, tiene un serio riesgo de enfrentarse a un rechazo", advirtió el oficialista.
En este contexto, Ljubetic opinó que "esta semana va a ser crítica para establecer si efectivamente eso va a ser así o no" en diciembre.
Respecto a su preferencia personal, siendo "parte de una generación que luchó en los años 80 contra la dictadura -para cambiar, entre otras cosas, esta Constitución impuesta a través del fraude-, me gustaría no morir sin ver una Constitución escrita en democracia, pero no estoy dispuesto a tener una Constitución peor a la que tenemos. Creo que eso es de sentido común (...) lo que me preocupa es que esto va a constituir un nuevo fracaso".
Aunque Chile Vamos y el Partido Republicano sacarán del debate ciertas enmiendas conflictivas para la centroizquierda -como la derogación del aborto en tres causales y la libertad para presos de más de 75 años-, el consejero aseveró que "es una cuestión más bien motivada por razones comunicacionales".
"Esas propuestas en general eran cuestiones que no gozan de ningún tipo de respaldo ciudadano, y no sólo eso, sino que algunas tocan fibras muy sensibles, y por lo tanto, que las hayan retirado en el mejor de los casos es corregir un error, así que no lo valoraría como un gesto, porque al mismo tiempo, se continúa con una política de pasar máquina en las comisiones", acusó, tomando en cuenta el avance de -por ejemplo- la indicación que termina con las contribuciones.
Por lo demás, Ljubetic instó a "verificar cómo se produce ese retiro de enmiendas (porque) hasta el viernes esto no se había producido. Además, una cosa es decir 'retiro las enmiendas', y otra es establecer si esto va a ocurrir completamente así, o si la van a reemplazar por alguna propuesta, que habrá que revisar también".
"Ese supuesto gesto no está acompañado de las cuestiones más relevantes, que es haber generado un proceso en general en que hubiese espacio y disposición para ponernos de acuerdo en el conjunto de una propuesta que hacerle al país", remató.
Al cumplirse un año desde el plebiscito de 2022 –que definió el Rechazo al borrador constitucional de la antigua Convención Constitucional–, el consejero socialista Alejandro Köhler sostuvo en una rueda de prensa que "la experiencia de la Convención, en la que obviamente se cometieron errores, no justifica de ninguna manera los horrores que hemos estado conociendo a través de las enmiendas de la derecha y particularmente del Partido Republicano. Nos parece que el propósito de corregir los errores del pasado no se están cumpliendo".
Por su parte, la consejera comunista Karen Araya exhortó a "quienes se comprometieron en ese momento a escribir una que represente a todos, una escrita con amor, que finalmente cumplan esa promesa que les hicieron a miles y miles de chilenos y chilenas que confiaron en aquello".
Desde la derecha responden que en este segundo proceso constitucional han estado abiertos al diálogo, en busca de acuerdos que representan a todos los sectores.
"Las reflexiones tienen que ser que en este nuevo proceso, al menos como Renovación Nacional, estamos poniendo todo el empeño posible para que este texto sea representativo de todos, pero resguardando, eso sí, ese sentido común que hizo votar Rechazo al proyecto anterior: nuestros valores, nuestras tradiciones, las certezas, los derechos sociales bien consagrados; todo lo que implica un texto que de verdad pueda provocar certezas futuras", aseguró la consejera Pilar Cuevas.
Edmundo Eluchans (UDI) planteó que "el espíritu del 4 de septiembre nos obliga a hacer de este proceso el perfecto opuesto del fracasado intento anterior. En vez de rabia, ofrecer diálogo, a la cancelación ofrecer respeto, a la refundación ofrecer evolución y a la violencia ofrecer paz".
El republicano Antonio Barchiesi manifestó que "hemos marcado totalmente la diferencia con lo que fue la convención anterior, donde no supieron escuchar a la minoría, pero tampoco supieron escuchar al país. Hoy día lo que estamos haciendo es dialogar entre las distintas bancadas, pero por sobre todas las cosas es escuchar las necesidades y las expectativas de nuestro país".
